domingo, 15 de diciembre de 2013

Compadres en la manigua.

Canícula de república democrática. 
- para echar raíces eres como su pueblo o acabas como los bosques, talado
- ni por las buenas ni por las malas, tiene que ser de otra manera
- hace años que tu vida no vale nada y ahora siquiera cuesta creerlo
- le dijo, escoge, te das un tiro o te lo damos
- la exactitud cuenta
- ¿quién dice que la negra no le cosió bien las bolas al vestido?
- resulta que el mundo es un perverso mentidero para que entre en la cabeza de tanto necio
- demasiado hipócrita por habitante cuadrado
- y tu dices que el coronel es un ególatra rodeado de ´tiranos´ al servicio del embajador
- todavía no parece que se les vaya a virar la tortilla en su mismo aceite
- yo, si fuera ellos, alegando traición, nos mandaba a matar de inmediato
- que se atrevan
Suena la radio
... ¿cómo dice que pasó a suceder?
- pa qué te pachango si igual no me quieres
- testigo hostil en grado de tentativa
¿eso cómo por qué?
- por civil o por lo criminal, como sea pues
- como decir que hay cosas que no se deben saber.
- o me odiaba con pasión
- parece que esta noche las bocas van a hablar
- recuerda, un contrato es un pedazo de papel que ata a dos hombres que no confían en el uno en el otro
- ... en lo tendencioso administrativo.
En esta la peor versión de lo que pudo ser. Hay miradas de lobo bajo una de lluvia en blanco y negro con los planes del viento del norte.
Al calor de la candela se tostaba pan viejo. Otra siesta de suspicacias y un bostezo en el silencio de un largo cobertizo.
Apogeo tras parodia. Un bus atraviesa el arenal telúrico alguna tarde a fragmentos agobiantes, truculentos, de un amargo dilema sin más rostro que los viejos rencores sin pasado, ante el ruido procaz del motor en medio a una extraña y sobrecogedora perennidad. Niebla, bosques, montaña. La humedad insidiosa.
Tiagho Baldana. Olegario Nogero. Nacidos bajo el sino de la misma estrella errante. Un batallón de renegados con su gente, mujeres e hijos a cuestas, y algo de ganado. Ellos y lo demás bajo el sol inclemente de un prodigiosa tierra descomunal.
- las mujeres juran que el alcalde tiene los huevos chulos
- lo que no hay es forastero bienvenido
- no te jactes tuerto, ¿dónde diablos perdiste ese ojo?
- cuando más necesitamos varones tu sólo hacías hembras
- no sólo mujeres, las mejores
- eso te lo supones.
El bamboleo de las hamacas dura sin detenerse. Calores torrenciales de lluvias desmedidas y nubes de mosquito. Los ríos rebosan el campo. Un letargo remoto se hace del ánimo. Es tiempo de aguardar por otra ventisca. Su recuerdo de ella es un ónfalo profuso moviéndose alrededor en las penumbras.
- una mujer fue lo único real que hubo entre nosotros
- por lo menos una
- con eso aclaras la garganta
- y también ciertas cosas
- justo eso hacemos cada vez que te encuentro
- sufres de evasiva aguda
- sufro de sufrimiento crónico, ¡quién podría colmar una mujer semejante?
- ninguno y ni ambos
- la suerte decidió en contra nuestra, y además nos la mató
- aquí mismo, en la tierra del olvido, después de haber cumplido su misión.
El empecinamiento de uno enfrenta la convicción que los divide en el otro, y esa recíproca figura mutua se deforma en ambos por eco de su propio sarcasmo de disipación y transcurso. El ufano valor del paroxismo de un ocaso confuso y turbulento.
Cualquier semejanza con la realidad resulta verdadera o quizás es incompatible al personaje. Como el mito cabalístico de la orquídea púbica, brotación de la floresta radiante, placer que se engarza al deseo bajo una cortina de relámpagos sobre aquel embrujo cuya naturaleza indomable es ella misma.
Escapaba. Fue una espléndida aparición matinal. Encontró serio al hombre que reía. Venancio le abrió el portón de la fonda, Clarita lavó sus ropas, el comisario la abordó a lo lejos con una mirada penetrante. Su sola presencia, Juliana de las Gracias, propició el deseo en los vastos alrededores del Mangal.
Tras el ganado en una nueva faena polvorienta. Sabe a ímpetu de tierras bravías con aroma a hojas de sierpe.
- el colmo, morir de una reacción alérgica a las bala
- desde el inicio pensaste en la venganza por lo que aún no te había hecho
- creo que nunca jamás volverá a ver una mujer tan linda
- qué hablas, ¿y tu hija Rafaela?
- pues si, toda una mujer de ojos preciosos.
Comparendo. Un trecho a través de la memoria. El recuerdo vaga por los sinuosos senderes de un espejismo. Sin embargo, la lluvia moja las elucubraciones y cualquier resuello afectivo parece irremediablemente incapaz de alterar las secuelas del ahora. Escrúpulos personales convertidos en máscara y pantomima del destino.
Los sonidos silvestres musitan leves mientras el reloj parece querer no transcurrir, como un letargo insomne que dormita entre paredes y ventanas, suscitando sentimientos de vivencias olvidadas en un cajón con alas o patas de gato, para así por lo menos soportar el tuétano de las sábanas junto a sus continuas y compartidas ideas sin ella.
En lontananza, por acechos de gavilán, la duna parece regresar. Acicate con pericia a buena suerte de sátiro confinado a un personaje entre los temores de siempre.
- parece que traes el pellejo repleto de sueño
- vete al carajo
- hasta dormido eres insoportable
- ¿adivinas o lo digo? Pasaste la noche entera discutiendo contigo mismo
- te has vuelto loco, ya sé, tanto libro acabó con la ninguna cordura que tenías.
- ... ellos no perdonan y yo no pido clemencia.
El juego del suceder contra el poder en una vertiente oculta de estereotipos cruciales.
- hoy tendremos que encargarnos de las reses para el embarque con tres peones
- pues que empiece la fiesta
- que asco, tenemos una guarida de brazos y no hay gente para trabajar
- cuenta a otro, un jornalero por la amnistía para los zurdos chismosos también cobra
- por lo menos dale a cocinar antes que sol acabe de chamuscarnos.
Para quien lo piensa un poco, esto de existir le rompe el alma a cualquiera. Ni alegato de diatriba deslenguada o feroz hostigamiento resulta propicio. Nada, una poltrona desconcertante adquirida ante notario, y seca, como algún fósil condenado al enigma del silencio.
Las funestas taras de un sistema patriarcal cuya arrogancia se nutre de esa falsa caridad ultrajante. Una zona susceptible al chantaje, mientras arrastra consigo en proceso un revoltijo de fragmentos anecdóticos idénticos al embuste que les dio modos.
- su señoría, ellos no se retractan, ninguno
- ni veo cómo
- vendí mi silencio
- un sujeto procesal inquieto
- habrá que dejarlo todo al destino
- improbable, no imposible
- redención, no venganza
- además son tan pobres que hasta nuestro señor les resulta caro
- bien, en este caso equivocarse era más difícil que acertar... y no me hagas fieros gitano
- unos hacen el mundo mientras otros lo conjugan por fervor a la usura
- veneración devota que implica un peligro para quienes no la comparten
- y culto de creencias basadas en lo erróneo
- se llama consenso manipulado
- o eran cientos cumpliendo una profecía
- y tocar la última línea de lo imposible.
Más allá del entendimiento hay cosas que se saben sin saberse, porque como eres es como quieres ser. Las masas al igual que el mar, cuando se agitan solas mejor huir de prisa.
Fue la alianza de siempre entre usureros y todo tipo de vende patrias que prosperó más allá de sus sueños.
Al entonces ultra candidato a senador le brotó espontánea una extravagante alma de títere acorralado. Los constantes encubrimientos tal vez sirvieran para moderar sus anteriores y ridículos desplantes de grandeza y sin embargo nada de eso figuraba en aquel discurso liberal sobre la reforma agraria. Ni hubo motivo porque apenas si tardó unos instantes en desencajarse y estallar. Un golpe de furor con pánico escénico resultó suficiente. El muy cobarde ya había huido con la mirada.
No en vano la historia oficiosa se reserva el derecho de concluir por dónde mismo empezó ese asunto de las tierras con patrones por derecho divino, cuestión plana al cuadrado de la inversa opulencia entre vastas periferias de amargura.
- y quien se sienta aludido que mejor reclame una indemnización imposible.
Eran apenas los herederos de la dictadura constitucional en otra acaba demostración de egolatría propia de gran señor magnífico impune, tiempo verbal para cuando todo hombre rico resulta famoso y es escuchado hasta el final.
Ley marcial o paz armada con saña. Epifanía Triana sabía que la seguían las sombras represoras del dictador tricéfalo pero no quiso ni supo desistir. Cuerda floja cuesta arriba contra un viento sin tregua y la causa vibrante que le marcara el rostro durante esa pesadilla cuya sustentación perversa osó describir con soltura de periodista caída.
- he ahí la mujer para tu semanario
- maldita la hora que leí éso son disimular el efecto que me produjo
- ni aunque ahora la concibas como una aldeana nacida en la gran ciudad
- entre ambos seguro hace mucho la hubiéramos vuelto loca
- ninguna chiflado se vuelve loco
- seguro, fue gran insensatez arriesgar así en aquel momento, escribir que la democracia era el invento de antiguos tiranos, que la política nada más es que una pseudo idolatría al anómalo menos aberrante, ¿acaso con ello pretendía los aplausos o favores de semejante dictadura de pendejos?
- quien no puede subsistir de aquello que mejor saber hacer es un esclavo y en este mundo sólo sirve para el destierro entre los vivos
- resignación no más, y es así como los maharajás nos mantienen a raya
- con todo el siniestro del que sus excelencias dispongan
- alguien va a sacar mucho de todo esto
- y sin clausula de confidencialidad.
Hubo un largo e incómodo silencio en una noche llanera de alma ardiente bajo la penumbra granate que se ofrece al sexo montuno e indecente.
Viceversa al pasado. Juliana fue para los compadres una extensa caricia desde el más remoto confín de lo sensual, instinto en compleja rebelión, ésa única criatura que todavía los identifica y divide.
Cuando el uno la amó el otro la odiaba. Entonces fueron enemigos acérrimos, en ella probaron casi todas las pasiones de fuero severo y tajante. Mientras le duró hubo momentos en que detestaron con rabia aquella gloria posesiva de tenerla junto, oh Juliana de los desmadres.
Su alcoba en penumbras retuvo el sopor perfumado de tantas esperas. Los encajes que cosía, las mantas que bordaba, unas flores secas frente al retrato, el último punto de un tejido inconcluso. Ninguno se atrevió a tocar nada de su inmenso y apacible cuarto, como si aquello fuese una especie de conjura contra su eterna ausencia.
- tú la retuviste pero fui yo quien le dio un verdadero hogar
- falso, yo la amé y tú también
- por eso dicen que no es hasta que la muerte nos separe sino hasta que el amor se muera.
Ahora el silencio los conmueve cuando antes los confrontaba. Un rostro de cabellos cenizos palpita indeleble entre ellos, como aquel delicioso cuerpo en cuyo vientre vertieron sentimientos que aun vibran bajo sus dermis lo bastante tardas para cualquier otra idea que no sea la añoranza.
En otro lugar, por circunstancias similares, los tres habrían cometido una grave violación a las leyes pasionales de la gravedad social, pero bajo el sol agreste del lejano Mangomango ella estuvo bien compartida por una par de pasiones inclaudicables.
Recuerda cuando guapeo y le dijo: para mí eso de nuestro se acaba de terminar.
Asoman crudos los tintes del crepúsculo. Un rastro galopante se infiere cual boceo en transcurso hacia la oscuridad natural. Sones de cantores prietos llenan el viento nocturno que paira de alegría. Entonces allá en en el manantial del Bonde hubo fiesta.
- ¿dónde está enterrada mi madre?
Una visión repetida del pasado arribó al pueblo. El alcalde, con cara de circunstancia, en una suerte de bronca y pudor, apenas pudo mantenerse en pie.
- pase por favor
- no tengo tiempo.
Era un mediodía sofocante en medio de calores de vendaval. Cruzaron a prisa la plaza desierta.
- aquí está
- por favor déjeme sola.
Olvidarla nunca será una opción. Un incesante crujir de guijarros candentes emanaba humedad de la vegetación febril. Dos pequeños camaleones cortejaban sobre una rama bamboleante. Una extraña sensación visceral le impregnó desde el cogote a las botas, y hasta creyó que el universo nada más se hizo para aplastarlo sin compasión contra el suelo aquellos inciertos minutos.
- ¿qué tienes? Parece que viste algún espantajo
- puedes jurarlo mujer, llena la tina con agua fría y no hagas preguntas.
Un remezón providencial para su espinazo abotagado donde chocaban los límites abominables del egoísmo y la crueldad, porque ahí, consigo mismo como testigo, mal cabía fingir o siquiera hesitar por autocompasión. Tiritó hasta la madrugada en el regazo de su hija Manuela.
- vamos papá, toma un poco de sopa
- no tengo hambre.
La percibió de espaldas, abanicaba impacientemente aguardando por alguien, se la notaba molesta, a punto de chillar, al volverse lo miró con dureza y asombro. Entonces tal vez él se terminó de convencer que el tiempo pasa sin retorno posible, que ella estuvo allá apenas unos momentos muy largos e impasibles que duran lo suficiente para dejar un tenue recuerdo, aunque en sus adentros, por intuición, el sentimiento se le invirtiera.
- pareces enfermo
- ¿qué quieres?
- ganar en moneda dura salario de senador
- deja tus payasadas para otra rato
- pobres payasos, divierten a la gente pero cuando los recordamos es en un insulto
- puta madre, ahórrate la filosofía barata para ti, insensato
- es fácil apostar cuando llevas las cartas marcadas
- pero cuando se está sin suerte hasta las zancadillas te persiguen para ponerte una rastrera
- yo creo que el señor alcalde se queja porque sus penas carecen de papel y lápiz para contarse solas
- piensas sorprenderme con la guardia baja, es muy conmovedor ese tu ridículo entusiasmo
- mejor recuerda que los muertos son gloriosos y que además no se meten contra nadie
- si pero yo detesto los entierros y espero continuar vivo hasta morirme
- tal como predecir el pasado
- el amor es una especie de guerra que hay que librar de una en una.
Sombras serenas de atajos atravesando el campo. Un encanto campestre empotra las paredes fantasmales. Al boscaje de antaño le respiran plumas de pájaros distantes, el fuelle se detiene, hay algo a degustar.
Los compadres colgaban en sendas hamacas mientras sus cabezas nutrían idénticas ideas, la existencia compartida con una mujer cual ella, tan frágil, difícil y tierna, transa a guayaba. No obstante siempre les faltó aquel pedazo de alma que jamás lograron compartir.
- fue lo más grande que tuve
- el tamaño fue lo de menos
- salud compadre
- ... salud.
La noche tiende su velo. La oración que ya no repiten era propia de ella, es herética y dice así: Taita padre del cielo, Mama diosa de la tierra, huesos de mis huesos, carne de mi carne, que es la vida sino una serie de momentos.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Forastero a lomo de mula.

Era la vez que Juana Florete - matrona a quien las gentes de la Rinconada atribuyeron ciento ocho hijos de cuatro maridos oficiosos, además de incontables amantes imaginarios - cuando hacía lavar las ropas en las aguas del riachuelo montañoso que despenca tictaqueantemente vertiente abajo, de repente perdió el equilibrio para caer devorada por una riada sorpresiva. Un griterío de gentes asombradas conmovió el valle encañonado entre los impresionantes contrafuertes del Imbaia. Vano fue cualquier intento por rastrear sus despojos mortales, el amplio pero turbulento atolladero jamás la devolvió.
Estaba pues nacida aquella leyenda popular que haría fértil a la Rinconada, el alter ego de los amores tormentosos de todo un río contra una sola mujer.
Quizás la noche anterior con su extraño silencio durante el sereno presintiera sin menoscabos que alguien furibundo quería su muerte.
Por trámite se abrió una investigación criminal partiendo de un hecho colateral confuso. En ausencia, el comisario capitalino Antufas Coroto quedó a cargo del caso.
La vida es una travesía, no importa cuanto dure. Sólo vivimos en el corazón de los demás. Son los ojos con los que vemos.
El padre Baldomero Lasana, su más real y devoto amante, la lloró de continuo varios años. E hizo erigir una especie de capilla altar con los pedruscos volcánicos del único y verdadero asesino. Eso si, luego fueron necesarias varias reconstrucciones cada vez más alejadas de la orilla, porque la creciente fuerza del agua al poco tiempo no dejaba en pie nada sobre ella cerca del cauce. Sin mirones no hay histeria.
Si alguien cree que las mujeres nacieron para putas o concubinas no sabe que los hombres mueren guerras y batallas, mientras ellas ganan el resto en la lucha final de los sobrevivientes.
Su temperamento pujante pronto la convirtió en pionera y colona. Aún adolescente partió hacia la aventura arrastrando tras de sí las cuadrillas de obreros y montantes que forjaron las rutas hacia la frontera salvaje.
- yo nací para fundadora, dijo ante el descampado que ya era Campamento, el primer recinto que asentó a machete en plena cordillera.
Pero fue Gandolfo Guarán que casi desperdicia los vastos senderos que seguían hacia Campamento en una timba amañada de poker, pero que al comprobarse como trampa la mano fue declarada nula por la justicia seca. Mal supo complacerla aquel bruto y elemental capataz, y sin embargo junto con él ya era dueña y señora de todo lo que estuvo a punto de perder otra vez una tarde aciaga, cuando casi muere al nacer su primogénito, un niño que no sobrevivió al parto.
- creo que ese fue su blefe más inoportuno.
Mayorala o Juancha la Crespa, desde entonces mismo poderosa conocida en las latitudes espectrales de la cordillera.
- aquí mismo mi patrona, para lo que siga siendo
- ... este lugar es demasiado grande y nosotros muy chiquitos, por tanto siempre faltarán recursos para lograrlo, pero eso si, nos tienen que sobrar ganas.
El día en que el doctor Domingo Noles se presentó como interventor permanente por la Junta de Estado para hacer de la Rinconada, Tiaga y Campamento comarcas municipales, ella daba a luz sin contratiempos a su tercer hijo.
Celos peores que las pestes sexuales o los resabios de hojalata cortante, el espectro del torpor hubo llegado.
Entre levantar súmulas, inscribir vecinos en el censo electoral y demás procedimientos de rigor administrativo, aquel funcionario de aspecto insignificante desperdicio papel para deslomar varias mulas. 
- ¿archivos? Aquí la palabra de una persona todavía vale más que su vida.
Cenaban a solas en plena ahora pública por fundamento reglamentario. Ella, como un clamoroso extracto de hojas expandidas de la montaña, le toqueteaba a su capricho esa porción insensible del alma abotagada por la rutina, pero luego que el segundo vaso de aguardiente nativo le hizo efecto, una verborragia expansiva desvendó al señor de las ideas sofocantes.
-porque hay una profusa aversión en contra de la verdad arraigada en la ley, somos un sarcasmo de nación hecha de estar aún peor consigo misma que con las demás etnias que la componen y definen, pero disculpe usted señora, he hablado mucho, la lengua es un músculo que no piensa demasiado
- sólo cuando desconecta el cerebro con sus adentros
- acepte y sea nuestro alcalde clandestino
- pero sólo si te casas conmigo.
Fue una boda señera atragantada a lechón asado en aceite de palta, ensalada a base de pimentones nativos y parranda general.
Entonces fue la semana cuando pasearon por allí sus malabares los prestidigitadores del circo ´regalándole´ un carrozón repleto de huérfanos de la guerra.
- a la larga resulté fundadora pero de albergues para malabaristas.
El traspatio del caserón fue durante décadas la única escuela de los alrededores. Juancha pasó enteros sus mejores años rodeada de niños ajenos, estéril desde el quinto hijo aunque le resultaron bastantes más partos igual que si fueran suyos.
Cuando su penúltimo marido desistió de convencerla que dejara de una buena vez esa manía de criar antojos perdidos, su montaraz familia ya tenía dimensiones espantosas.
- la desconfianza genera matrimonio, contigo se me cansó la paciencia, desisto.
Algo angustiado él regresa su lapso de vuelta sin quererse atrás, tal vez pensaba que a ningún otro ella le duraría lo suficiente para dejarlo así en el abandono.
Hubo una serie de safras exuberante. Limones y naranjos florecieron casi once meses por año consecutivo. La caña de azúcar, el plátano verde, la papa, las truchas silvestres, los borregos, oh maravilla mondongo, tanta buena y fina lluvia mojó eficientemente la intemperie hasta dejarla en semejante estados de emoción productiva. 
La primera cosecha a manivela introdujo en la Rinconada la noción burguesa del pavoneo, esa fiebre de estreno y alarde que el nuevo rico ejecuta con siniestras pretensiones hacia la sociedad que lo contiene, porque a la muy corta es el germen de todo tipo de guerra.
Comenzaron a llegar campesinos desarraigados que escucharon rumores de abundancias, buscavidas, boqueteros, predicadores ocasionales, noctámbulos con vicios bohemios, rameras, parásitos varios y otro tipo indescriptible de cultores del ocio. Desafiando los bagajes de gravedad social más furibunda y urbana, se acomodaron en míseros barracones que arrancaron a los bosques hasta tornarse otro poblado en las afueras de la Rinconada.
- ahora sólo falta que también nos volvamos atracción turística.
Hubo una proliferación inevitable de pendencieros profesionales que acabó tomando cuerpo el momento oportuno, cuando se decidían las particiones de tierra para las próximas siembras. Juana soportó sola con sus hijos regalados más crecidos, los varios tumultos con grescas, abusos y ofensas organizados por desconocidos con pretensiones políticas.
- resulta que a pesar de todo yo no soy tan estúpida de trabajar con patanes como ustedes, y ahora fuera de aquí.
Gritó apenas sin ira y apuntó con su dedo macanudo hacia el camino que salida.
Nadie se movió ... y entonces un grandioso silencio idéntico al aire cortante del Imbaia atravesó con su filo la plaza repleta de lugareños.
- me gustas señora, veo que eres una domadora de brutos contundente, capaz de hacerle batalla al supremo juez, al que con acierto los mejores estudios llaman populacho. Juancha le respondió enseguida con un guiño malicioso.
- Macario señora, desde hoy a sus órdenes. Era capitán retirado, compositor de canciones y de discursos por encargo.
- pues para empezar escríbeles esa de mi parte, y de inmediato por favor.
Porque de las trepidaciones sutiles que duran en la memoria ninguna le provocó tal placer creativo. Fue el panegírico que un día releyó en soledad ante lo poco que no quedaba de ella.
- los hombres como sexo dominante hemos de admitir que manejando el mundo hemos sido un complejo desastre
- para mi padeces de una visión absurda, truculenta y derrotista de los sucesos históricos
- habló en concreto del matriarcado tempestivo como alternativa para encauzar los litigios sociales
- es que algunos ni cosiéndoles el culo hablarían tanta mierda
- las gentes más civilizadas, digo, entre corchetes, son las que preocupan
- vamos, son gente adelantadísimas, figúrate que su día empieza por lo menos seis horas antes que el nuestro, súmalo mes tras mes y ahí tienes el evidente resultado
- ante tamaña dependencia, ¿cuánta soberanía nos sobra?
- de la que se come
- histriónico verdad, pero un buen argumento, o quizás una paradoja que chamusca los pies.
- e incluso con ello se puede considerar al gobierno más representativo como una tara de la democracia, eso porque vigila y usurpa por igual con sus propios procedimientos internos de ajuste
- aplicados por y para una autoridad de fuerza con la que el sistema se perpetúa metódicamente
- ... y como en administración tributaria, base de su valor general implícito y expreso por cada bien, servicio o mercancía en juego
- eso que dices resulta toda una felonía constitucional
- pasa que a los muy consabidos apenas con eso siempre se la puedes de veras amargar
- ese tipo de tácticas de guerra se resuelven mejor en un tablero de ajedrez que sobre la realidad dispersa
- cuando no sea algún artificio adefesioso
- claro, y la resistencia sin cabeza nunca prospera
- no cuando tiene los agravantes de profetisa
- esos legos ya tienen bastante con tragarse la órdenes del estropajo, mi coronel es el puto duro.
Omisiones circulares, sobrexcitación subdividida, fuerzas semividriosas ocultas en ciudadelas prohibidas, presagio improvisado. Fue el pregón de los confabulantes, según el flamante y nunca mejor innominado dictador consecutivo, lo bastante siniestro como para precipitarse en una carnicería humana malévola e inmisericorde ideológicamente financiada por la ´embajada´ tras el fétido poder brutal en mientes.
Aurora se informó por dónde andaba aquel oficial rechoncho de aspecto asqueroso que arrestó y luego hizo desaparecer a sus tres hermanos mayores. Disfrazada de soldado desfiló entre aquellos salteadores de caminos, de botín en saqueo, hasta que logró verter veneno para roedores en la cacerola de café del rancho, pero no supo que las víctimas fatales fuesen más de cuarenta sino cuando el gitano Faísca le rescató del pantano quemando en fiebre y condujo su cuerpo maltrecho a la Rinconada.
Venía mugrosa, estaba esquiva, Juancha de inmediato intuyó que algo muy difícil palpitaba en aquel bello rostro postrado y ausente, y Aurora apenas repuesta le confió sin temor el fatal secreto.
- ni te arrepientas ni te retractes, apura al confesorio.
Dicen por ahí que un hombre no es feliz hasta que muere.
Modesta, todavía inacabada, la capilla de ladrillos vistos junto al cementerio semejaba una ermita de culto ortodoxo.
Durante aquella misma madrugada mientras la columna de artillería cercaba la Rinconada otro pelotón de asalto despertó a los gallos y a las gentes con sus ruidosas maniobras marciales.
- entra al baño, desnúdate y deja la puerta semiabierta.
El coronel Máximo Volandra irrumpió hacia la casona a través de un patio posterior haciendo escuchar sus brillantes espuelas cual cascabeles de crótalo.
En doble contraluz natural pudo pintarse el cuadro furtiva de una doncella desnuda ante la ojeriza del incriminador.
El proceso de presión demandaba con premura un culpable y entre todos los que se resistieron al arresto comunal sobró un joven minero de nombre Algema como principal sospechoso. No acudió a ningún aviso de llamada obligatoria porque yacía hace tres días embelesado junto a tres señoritas bien reputadas. Después ofendió reiteradamente al jefe de guardia con insultos y encima no fundamento varias incoherencias sobre sus últimos desplazamientos en la zona, ni tampoco refería ocupación probada, residencia ni destino creíble.
- aún no me lo creo, se dijo antes de ser fusilado, a parte de clavarles a esas mujeres soy inocente, y tal parece que para todos y cada uno el fin del mundo es cuando te mueres, pensó al desplomarse de bruces.
Antaño, en los confines de la tierra subtropical, las mujeres complacientes despertaron más viudas que nunca.
Un espectro de desolación semejante al abuso opresivo que destroza por arbitrario y machacón -como en una ruleta de terror-, el enjuto escogió al antipático e invocó consigo la determinación del déspota cuyo antecedente de fuerza simplemente es ley juzgada. Que las heridas cicatrizan y que los difuntos siempre fueron benévolos con quienes lo saben.
-esos malditos milicos reniegan del acto mismo que los procreó.

El cura Baldomero tuvo poco tiempo para sentirse cabizbajo de humor. Relegado a párroco punitivo, molesto con esa pesadilla en perspectiva que calculó insufrible, de repente pasó del desencanto al combate, y si entonces programaba su radiodifusora de onda corta contra la hermenéutica de móviles convencionales, fue por concatenar un giro novedoso al esquema teórico a cátedra desgastada lo bastante simplona para durar demasiado, pero ahora, socialmente coaccionado, olvidó sus libros y retrajó al después conceptos catecumenales al respecto. Tamaña compensación ontológica lo apasionaba sin reparos, y sabía que sucedía gracias a Juancha.
- entonces, ¿quién hizo todo esto, acaso el gobierno?
Sobraba decirlo.
- no en tanto, cuando la tierra treme su poco nosotros temblando de miedo ¿a quién acudimos?
Tic en el gesto, sus sermones proclamaban de inmediato por una buena siesta que los repare, e imágenes que falten son modos de un asunto que nadie infiere o no se atreve a decir.
- ... aunque para medir al ser humano necesitemos además de lupa y telescopio mucho de esto, y lo repetía varias veces por domingo de la misma manera, constricto, empuñando la mano derecha contra el pecho, inmerso en una ridícula convicción religiosa.
Juancha aceptó viajar a la capital pero eso si hasta con el último del total de engendros propios, ajenos y putativos. La caravana de nueve carromatos se reatascó en las zonas pantanosas, llenó un vagón expreso y provocó tal confusión mientras embarcaba y desembarcaba que las estaciones retrasaron un día las rutas.
- treinta y uno en pértiga.
Gonzo, su hijo mayor, también salvajemente poseído por el juego, sumaba en contra triplete flopeado al siguiente lance.
- nada como la lealtad heredada.
Asistieron en masa al teatro por la presentación a cinco manos de la sonata el Pérfido Libertino, y el pletórico coro compuesto del baño de señoras en noche de joyas para la sátira en solfeo la cafona de mi suegra zarandea un macacón.
Mientras tanto Faísca se encargaba de los niños menores, Aurora la pasó inhibida por estar si cabe decir a solas con él, serena y evasiva, le contaba sobre aguas pasadas trenzándo suavemente sus largos cabellos pardosos mientras pretendía disimular miradas sinuosas.
- porfiado, le musitó al más pequeño de todos, el Pucho, que lloraba de mimos en una impresionante rabieta voraz.
Y eso en aquellos tranquilos días de ocio citadino que fueron casi dos meses.

Plazas y jardines caseros como pintados, sombrosos, en pleno mediodía.
- ni aquí hubo urbanista tan parejo al que se le ocurra plantar tres piletas diferentes en la misma diagonal
- si no te gusta cumple con tus cosas pendientes.
En la despedida la harta sincera hospitalidad de los monjes colmados de regalos por Juancha.
Fue un largo, feliz y estropeado regreso que llevó cinco días y medio.
Difíciles sucesos insinuaron interferencias que por acá en general se importan. ´Suculento y Furibunda´, alias de la pareja atolondrada que simulaba ser el poder, estaban en pocos meses tan condenadamente ricos que bastó un decreto del primer ministro coronel Peláez para revertir al pasivo sus falseos ante la historia en pantalla.

Es fácil enamorarse del diablo, logra que veamos lo inexistente. Cuidado con el color del fuego.
- el ser humano traicionó el alma del Jaguar emplumado y por eso sufre este infierno de mierda. Un borracho lunático lo repetía a gritos apagados pero todavía con aliento, al borde de las ciénegas en seca montante abajo.
Simpático, de copete tostado, menudo.
A veces la frase ronda sin captar calva siquiera, hasta que cualquier desmesura la embarga a propósito. El pedestre en mención toma impulso en bríos de una nueva versión de una extraña cátedra que pomposo llama ´onomatopeya analógica´, que entre otras perlas escuetas tenía cosas como: que el exceso de formalismo textual inspira temor y no sabiduría; o que dichos aborígenes le llamaban tribunal del pacto a un extenso y grandioso lugar donde radiaban muchos hepos animados entre la más impresionante variedad de matas bajas y flores silvestre que hubieran en el lugar; los guerreros feroces eran remotos y estaban contenidos por las ardencias climáticas de la selva brava; y que en el ambiente reina hoy una especie de infelicidad impiedosa de las que duran para siempre; habla de torrentes, quebrados de marantas y mandoblos, cascadas milagrosas, por los montes cadenas naturales de taxos atestados de orquídeas multitamaño, garzotas de penacho, palmitos potables, catungas de ramas gigantescas y tantísimos sonidos de miles de aves de picos variadísimos y bulliciosos llenaban los vientos. Y para colmo fórmulas quasi alquimistas sobre canoas telepáticas, flautas que acarician el silencio y pezones de tacto curativo sobre el eje primordial del ombligo. Al cabo fueron disertaciones en pauta virtual.
Desde la más profunda penumbra unos ojos de lobezno admiran las órbitas lácteas y perezosas de la gran vía estelar mientras las criaturas nocturnas se aparean y los insectos a lomo rastrean el olvido.
En suma, los nativos hablaban un lenguaje litográfico de verbos progresivos, contaban preciso en decenas abiertas, y supieron interpretar a su singular manera cómo cada criatura plasmaba la floresta corazón adentro. Herencia común del colectivo mitológico que desapareció con ellos para después caer con los árboles que salieron talados río abajo.

Entraba en vigor el voto coercitivo y obligatorio. Los sustentáculos represivos del acoso policial, foros sumarios e intendencias itinerantes, quedaban abolidos. Por ser entidades de arbitrio por imparcialidad prejuzgada. Ni tampoco se convertirían en instancia de artes lo que siquiera pretendería grado de botadero. En qué estaría pensando Dios cuando creó la raza humana

Juancha los tomó hacia si en un intenso abrazo. El gitano Faísca era su hijo más fraterno y soñador, un cabezón digno de toda confianza. Se marchaban para siempre una madrugada nítida y helada. Aurora estaba desgarrada pero contenta. Los tres cruzaron sus semblantes en perplejo ahí donde pasearon sus caminares más extenuantes y retuvieron para sí esa sensación compartida, mas Faísca no pudo evitar una mueca de tristeza, cual un sopetón de latencia directa un tanto temperamental.
- nada me consolará después, ni siquiera saber que los milicos recibieron su merecido
- y lo dices ahora que empieza mi paciencia como director de escuela.

La silueta del pescador sobre su panga de chonta en plena calma, puesto con posturas macizas agarrado a una atarraya interminable y soñando despierto con la hora de la siesta.
Pura amalgama en porcelana. Pero sobre la ensenada había un bloqueo, ululaban buitres, efectivos e informantes, fue una larga noche con el acoso exhaustivo entre cuello y cogote. Hogaño condenados a soportar un porvenir materialmente caduco ya desde aquellos remotos años perdidos en el sopor.
Hacían siglos que la luz chispo el flogisto pero aquí todavía no llegaba su lumbre. En una ecuación binario basilar fuera: lisis sujeta a bandas pasivas al once por punto uno anverso a algoritmo randómico.
- anda, rebuzna, digo revulsa lo primero que te venga al saco
Lee alto y pausado: - señor cura, espero que nos permita un ápice de su didáctico tiempo, ya que queremos proponerle ante el alumnado en pleno que nos inicie cuanto antes en la materia de ciencias sociales y antropológicas
- buen preámbulo, pero no era necesaria tanta formalidad oral, bastaba pedirlo, en fin, la pseudo ciencia ilustrada y el charlatanismo al menudeo tornan parcas las principales ideas al respecto ...

- me los va a volver locos, hace tres meses todo el día en clase o encima de esos dichosos libros, si, cualquier día hasta me los trae castrados del mate, en especial con las niñas, ni tampoco me los castigue tanto padre, usted sabe que chicos ríen de cualquier tontería o peor ... ustedes dos pendejas todavía no escarmientan con esa radio transmisor ¿verdad?
- y también telescopio
- cruceros y no sé que más, yo sólo veo un montón de estrellas
El relato continúa después hacia un momento profusamente espeso.
- equivalencia nación estado, dos puntos, nociones contrapuestas y constituidas diversas en una misma esencia previa de gestión pública como método fijo para la ruina general anunciada, porque contra cálculo actuarial alguno, coma, el equivalente a la fuerza real encarnada en el poder como gobierno de turno, comillas, conforma apenas el estado para aprovechar la proyección del término nación, coma, e instancia política temporal así convertida en azote ético, tabú y tara sexual. Punto
- quizás debí añadir ... y masa de figurantes sujetos al sofisma, basta
- con qué sorna ignorancia los muy bestias argumentaron en el relato del escrito ´total falta de cuestión al respeto´
- estorbo, milagro ni ocho cuartas, semejante diluvio fue lo que empapó los yesos de la venerable señora de como se llame.
No obstante, aquel maestro llegó hasta los límites de su profusa imaginación geobiofísica y contuvo de a poco sus finales palabras de asombro ante lo que acababa de afirmar.
- parece coronel, que a sus enemigos les brotó crudo lo fantoche
- sin duda
Y pensó: ¿cuándo como dices descartaste algo por demolición o hiciste otra cosa más que prometernos un culto personal al ego? O hacia donde se debe ir para encontrar lo mejor de uno mismo.
- soy Dantas Ceré, el respondón, radiodifusión dinámica con prensa libre, retransmite radio Lomas, la sensacional Petunia Salguero nos canta, Te haré venir hacia mí
- tamtán ayú, rúmbame la buena papaíto
- las mujeres baratas son por las que más caro pagas
- muchos pasos en falso se dan antes de quedarse quieto.
Yerma es la pampa. Rémora declinativa. Bucle en pastiche.
Un campesino oyendo las ondas de la ciudad es como una cinta sin melodía, pobre hombre hecho de una cruel materia perecedera, carbono incandescente.
Apenas obtuvo la frecuencia, el joven editor conectó el micrófono al discurso estridente de filón atmosférico y fantasía remota que se filtra en los oídos tal como si fueran colores de una flamante longitud tonal, o tal vez algún colmo lumínico abstracto que retiene las hojas no escritas del ahora.
Ya congregada la curiosidad, el ambiente dejó se oyeran noche adentro las canciones de su colección de acetos en regular estado, y con la novelería en estreno hubo comparsas improvisadas, serenatas, comedia y bailón.
Miran pero no hay uno solo que vea, pero para muchos hubo ni resaca.
También resultaron un fenómeno del senado, empate a curas y abogados, ebanista, dibujante, otros primos trapecistas, una alcaldesa, bastante madre, ninguna monja, una señora juez, tumberos y timbaleros, y hasta el gran mongo de la quena.
Todo se reduce al mero deseo. Entonces la voz que escucharás en tu cabeza no será tu conciencia sino miedo.
Y la Rinconada quedó plasmada en la foto vieja de un caserío bucólico, y la mama Juancha resultó ser un río que iba sin acabarse, así como las nubes, del mar a la montañas.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Crucigrama.

Según el departamento cúbico de las religiones, esos primitivos habitantes ya estaban allí mucho tiempo antes que la historia oficial empezara a narrarlos. Ahora son apenas una disertación inconclusa, y de cómo alguien se convierte en rehén de su propio personaje.

lápiz de diamante
Otra intuición favorable ronda el llano mientras la dictadura perfecta hace del tongo un estimado que se disparata en tropiezos y embustes. Fundamentos del aire gratis lo suficientemente lógico para todos: inhala, expele, sostiene.
- así como más letras pero ninguna idea, o mejor no debes tener la boca más grande que tu palabra.
Decretase obligatorio desde las ventitres horas de ayer circular con prisa cautelar.
Aunque dos Luis tranquilo duerma su sagrada borrachera semanal, sábado va, bajo el aguacatero merodeado por los perros callejeros del vecindario. Aquel viejo jornalero ya vio como los árboles remotos daban paso a ese boscaje de edificios con la madera deglutida por dentro, ahora callaba tardo el presentimiento, justo antes que un rayo fulmine su sombra boquibizca.
Lina, doméstica; Segundo, cabo raso; Anselmo, brochista; Nego, lavautos; y una pobre viuda obesa y gritona llamada Mariquita.
La gran minoría se distingue por una suntuosa generosidad exterior hacia sí, y cuando dan hacen enterarse a todos los posibles. La señorona en cambio quedaba dueña de varios monopolios, su muerto era un hombre de estilo clásico, modelo de holgura y prestigio, solo prefería la indiferencia al bendito alcohol.
Cunegunda Duvilés era incapaz de llorar con lágrimas, veló el morbo del marido bajo sopores metafísicos indefinidos, porque si algo estuvo sincero andaba lejos de ahí, novena pagada en ausencia, no obstante después fuere motivo para hacerse al desespero.

tetradimensional
Un piso a prueba de pasos en dos lugares distintos con el mismo tiempo de enfoque.
Criatura hecha para el sepulcro y la tola   Si acaso durante tu vida obras a evitar esta inviolable y suprema contingencia   Recuerda tu fugacidad y actúa sin soberbia.
Estela funeraria en petroglifo atribuido a la cultura jíbara Ypaniana, neolítico terciario, y según el antropólogo Icardo Mestança, prueba irrefutable de una migración africana de antropóides gigantes, seres humanos de ocho metros de estatura, con una antigüedad que remonta hacia el este de la Mata Central tres siglos ocultos, paralelo Samanga, sustrato monumental del Jaguar emplumado.
En carromato está ahora atascado a pocos metros de un acueducto de troncos. Ay si los fierros chirriaran el sabor de esta tierra machuca. Entonces el profesor camina los matorrales que en cuestión de días le han crecido a la llanura empedrada.
- parece mentira que un hombre de tu cultura crea en semejantes pendejadas.
Se inmuta tosiendo y parpadeante afirma:
- no hablo de fundamentos pero tampoco de suposiciones, digamos que todavía están en la categoría de fenómenos meta científicos
- mejor digamos que el proceso arqueológico se presta para este tipo de libretos
- te equivocas, parto de hipótesis muy sólidas, como por ejemplo las docenas del cero terciario, algo extraordinario aun para la matemática actual.

el conservacionismo
La pedagogía del disimulo confirma ser la pasma el peor de los odios; manantial frito en helero; e inevitable como el estilo de la teoría ambientativa carente de rostro.
Muchos piensan que el espíritu del prodigio es eterno y hasta suponen que cierto tipo piedras mojan. Afectación directa: turismo ecológico.
Latales ofrece semana de jungla virgen con comodidades citadinas, traslados con gurús de verbo desenvuelto, tragamosquitos ult®asónicos, dieta cocida en agua dura mineral, atención ininterrupta, un módico etcétera y folleto que define la forma de transferencia en efectivo y que cuesta lo que valga.
Mientras tanto, entre paredes, una discusión se prolonga en el mismo reloj azul magenta. Las intenciones transcurren las madrigueras hacia vecinos tejados, baste la seta al bordearlo, zarpazo inerme sonsacado aleatóriamente del juego como en un golpe que quiebre sin estropear aun cuando mate.
Aviso en neón, sucede que al sur de aquí -equinoccio medianero- un segundo dura aproximadamente sesenta minutos.
Argumento baldío si el lector exige una línea narrativa que resulte de concatenaciones racionales, abundancia en el compendio, que simultáneamente son acontecimientos extraños ocultos en la trama, un ritmo variable cuya pausa suena tan larga cuanto abierta.

los implicantes son ceremoniosos
Codicia calculométrica. Ocultamiento de información corriente. La antonomasia del rumor carcome al chismoso circunspecto. Barrera larga y desaprensiva en la misma falta de ideas. Oro que el mundo malbarata con el filibustero de los anacronismos.
Para el caso, alimaña es el escorpión venenoso que jamás les picaría por filántropos, aunque lo adecuado sería de decir por sanidad.
Té. Fusta benéfica. La apariencia más pulcra del santurrón siempre actual hecho poder, algo así: uno negroide y otro payaca -tribu de monomínia indeterminable- en escala sobre el frontispicio romboidal de un templo trunco, transe xamánico del inmenso tiempo oculto, reloj sendero en calendario, la noche tras su último eclipse y una cola de harpía entre la bruma naciente.
Por fin el profesor acampa ante el volcán. Han pasado años desde aquella primera agotadora ocasión, por tanto incluso le han inscrito laudo psiquiátrico de antecedentes penales, sin contar el consejo de guerra contra su parentela militar. Esa noche vivaquea mientras una lluvia pertinaz lo empapa sin tregua.
Hallar Sämaga era en cualquier sentido la piedra de toque sobre la que basaba su teoría del templo central con doce edificaciones astrales de calzada plantígrada.

planeta Norte _ planeta Sur
Beneficio, maledicendia y misógino en los confines cachacos a contrabanda del husmeo, poderoso brebaje dietético de activación anaeróbica.
En la bigamia de una relación inversa. Análisis químicos predicen una normalidad algo caótica seguida por un intervalo entre ruinas; nevadas incesantes, relámpagos volcánicos, derrames póxicos y hermosas flores para los sobrevivientes, valga el consuelo.
- llévame contigo a encontrar el ocaso, susurra ella
- de cualquier manera, sentencia él
- ¿habrá alguien que quiera ver estas cosas despierto?
- a menos que sea un loco en juicio masculino
- entonces esos, ¿qué sueñan?
- pura cordura.
Trasplanta. Electropareja.
- ni jamás ocurra que terminen de hablar a que usted empiece, recele exceso de prudencia, lenguas de pezuña las hay y sobran, dice jurista
- se acoja también al reglón tercero o derecho al mutismo, asegura el abogado
Registro con destrucción de evidencias.
- por favor, acéptelo cual es y no como quisiera que fuese.
Sólo hay opciones de rangos imprecisos.

la gran patriotada de los capiroteros. DetoNaciones
Nego divaga por las calles de una megaciudad opresiva y asfixiante. Trámite bancario en deuda por consumo de modismos. Las zorras bailan la danza del talismán venéreo mientras los maleteros trastocan el bagaje de la imaginería popular. Su pellejo de marginado gira otro día que empezó mal y estuvo peor por las vitrinas donde su deseo repasó la mirada añorando mal sea un plato frío que duele estrujándole las tripas en homenaje a esa tierra donde el acaso le nació para su tributo.
Asilo salarial donde los financistas no arriesgan ni la plusvalía futura; hormas de fecundación y nacimiento, bautizo, enmiendas escolares, cartilla de inmunización, registro barrial, número provinciano, prerrequisito único activo, certificado de aportes y proyección jubilativa; cuando esa persona fallece, don Luis lo diría, su laberinto funerario estará repleto de mesianismo mercantilista. Bastadores del derecho, miedo, nunca respeto, y encarnación del estado en notación de su relatividad representativa.

señorona
Una modorra pesada satura la mansión. Cunegunda vocifera hacia dentro porque también en la intimidad de la recámara ante Lina es capaz de mantener sus modales, en otro requinte adquirido que ni la murmuración diseca, incluso en el detalle mundano más íntimo valora las tradiciones familiares.
Hija de un comerciante -atravesador, usurero, pseudo político arrimado a la dictadura de turno- y de una humilde costurera de manos montaraces.
Le enorgullecía un busto que se hizo famoso la noche de su inauguración a trompicones, gallofa matemática proporcionada en aquel vestido rosa que fue su única reliquia, en tanto el horóscopo lo indicaba póstumo, ella hurgó hasta hallar el suyo. Rico, falaz y dicharachero. Fantasiesta en viaje a través de un desnudo. Guitarra del placer, ama de los deseos, el bicho más exquisito que la creación artificiosa recuerde. Criaturas en plena actividad reproductiva, mujembra y machombre, yogando un acto así fraguado idéntico desde hace siempre.
Pasa quieta apenas un rato, escruta sus declaraciones, o al menos las persigue con ese mirar compenetrado de gata torcaz bajo una penumbra densa, enrarecida. Una mano nueva desplaza sus cabellos hacia el regazo. Contiene ese suspiro que le cabalga la cadera, gutural, casi indescifrable. Si el espejo no miente ella merece morir por bella.

dicen lo que no aran
Flores. Traficantes de siniestros de pronto las tachan por efímeras. Su encanto, música de serenos, es vida frágil en lo mujer de su maravilla. Malicia ante la variedad sólo encanto. Cristal por rebrote de pinchoespinas; pétalo a botón, pigmentación, textura, frecuencia y forma; longitud, hidratación e implantes. Recuerdan entrever la existencia al sereno que lapida y separa cualquier arranque inmortal, reciba un cariño la suegra o algún manotazo melancólico el deprimido.
Parsimonia desnuda, irreverente, pura perennidad pasajera. El tiempo que duran los sueños de buenos sentimientos. Oh casi nada. Cuando embrolla el desatino ni en suerte, faltara un asueto al sobrante donde no hubo. Cánones inflores que chispazos macacos. Blabeo a bala. Un camino así de largo donde nunca acabarán de llegarle. El candor trajeado para su última noche al natural en colores perfumados, obscenos, melaza a néctar.
En medias palabrejas, un mago, una princesa y un pasante se encuentran por destino al pie de aquel mismo cerro inconcreto. El mago está pensativo, la fugitiva se llama Esperanza y el tipo de poncho delira si después de sufrir bebe agua.
. ¿cómo un adulto puede, por madre que sea, explicarle algo así de cerril a un mujer joven?
- mi padre ya es apenas un punto lejano
- si llego a beberla pura ella se asustaría
- yo no lo apostaba
- señor, ¿dónde queda la Delicia?
- aquí, y me la estoy tomando toda
- a salto de cebra
- señorito, por favor, ¿dígame cómo se hace?
- es muy fácil, mira, recoges un cuenco y luego sorbes
- aunque también puedes usar las manos
- realmente sabrosa, ahora necesito una empanada
- están en la cesta azul
- lo recuerdo como si fuese ayer, entonces mis ideas reposaban, grandiosos planes de guerra hasta que el dinero se les hizo azufre
- aquello era incontenible
- si, y además muy confuso.
Un planalto perfecto ligeramente ondulado.

armonías crurales
La sabiduría colectiva de ciertos pueblos primitivos fue una abstracción de su propia naturaleza inerte al tiempo, pero ni siquiera las actuales y complejas organizaciones sociales de vanguardia tecnológica han sabido asimilar el erotismo como sexo de consumo, a desmedro de la receta para una exploración demográfica de crecimiento selectivo. Los costos eran potables pero la indecisión mantuvo en trunco, una forma de cómo la economía esotérica confecciona la capacidad de la entente para encarecer, a través de la usura galopante, el modo hacia la concentración de capital político en cada vez menos manos. Pueden con el dilema lo que equivocaron en la trama.
Contraplano oficioso que amaga en cultura cualquier idea que se pretenda percibir como posteridad -otro nombre del olvido- y sea uno de los componentes al ego. Tirano que moldea en su cabeza insana el capricho puro hecho universo conceptual y luego ordena esa su trascendencia inspirado en una supuesta revelación divina del abstracto. Suntuosidad folklórica de demagogia desparramada para la sumisión del vulgo. Un orgullo envolvente de patética suntuosidad.

delirio en piedra
En perspectiva, cúpulas coliformes donde los espacios agigantan la prosodia en arcos metadintelados -área protocolar de extrema rigidez conceptual- y jardines ornamentales interiores a plena luz. Detrás, entre murallas, una plazoleta para el mercado que confluye hacia un templo celacanto de íconos faunales sin noción sagrada, y enseguida un par de traspatios y otro torreón de feudo.
Valores al antojo de lo impersonal. Curva cabalística que sujeta la norma a un péndulo cuyos contrarios se excluyen por parsimonia. Así, toda acción retiene su propio número, o sea, un ciclo de cifras con fracciones reiteradas. Monserga explícita a la prepotencia beligerante.
- cautela, no lo dejen vivo, ese mago desde aquí mismo es capaz de lograrlo.
Ello porque quien sabe puede conseguir lo que busca con un ahínco desmesurado. Entre otras aseveraciones suyas denegará una suficiencia preocupada casi impertinente, y en cualquier momento, como venido de algún rapto febril y teatral, hará surgir una suculencia dispuesta a devorarse hasta el últimos de aquellos nimios diseños, vastos en el sustrato y esquivos como las plagas. Por tanto, valga el honor de eliminarlo sin dañar la realidad, aun a cambio de amplios lapsos de confrontación y vacío.
Se trataba pues del ensayo pictórico más mural en que haya insistido. Enorme, fue púdicamente cubierto por una segunda y definitiva capa sumular capaz de mantener intactas las características fundamentales del anterior encuadre. Intemperie, salinidad e imaginación han convertido un asunto paisajista en algo truculento y citadino.

el aforadero de los decentes
Veracundio Villaja fue obligado a desmentirse en público. Si acaso hubiere asunto que prohibir a la cabeza de un ente bípedo. Entonces dijo sin prisa que la apariencia hace añicos el enfoque primario, la política como subproducto excremento de cualquier organización social, antigua o contemporánea, que descomponga en estiércol todo aquello que no digiere. Habló también del precio de un voto. Cinco cuartos de plato para veinte. Nadie chistó mientras interrumpían, y así se atuvo a un castigo ejemplar limitado al idioma de las comunicaciones corrientes.
- pomposo, es cierto que hubieron tiempos más permisivos para la libertad de impresión, en los que incluso se llegó a desvíos inadecuados e impurezas represivas, pero cavaron solos su encierro.
- carajo, silencio en la sala.

e incluye salvataje al hacedor de sueños
Existe en algún invento. Hay pruebas patentes que a todos visita, cada noche, o tal vez una que otra. No posee forma ni percute medida, es tan relativo como su mayor presentimiento, pero menos falso que la verdad. Tiene la cualidad inextensible del aire pero la dureza de un instigador. Abre y trastorna los deseos en una jerga figurativa de evocaciones complejas. Oye con los ojos aunque vea del alma sus complejos sonidos. Tan irreal y ajeno como la muerte, signo que muta en una espiral pasmosa, epifenómeno pasivo del ahora. ¿Eruditos compulsivos o tecnólatras?

una gran posadera
Aviso general. En este tipo de hospitales llamados públicos, usted estudiante aprende a resolver con los pobres aquellas equivocaciones que no podrá cometer contra la gente adinerada. Ellos si pagan por su eficiencia. Un tipo de ventaja que se obtiene como al adquirir el periódico, sabiendo lo útil que resulta para empacar cosas o limpiar vidrieras. El contenido en sí es descartable, mas justifica cualquier inversión a una primicia olvidada por página. Ni así haya pero que al menos valga. Primero es disparar contra la turba y después interrogar a los muertos más prometedores. Nombre desvalijado, excusas procesales y fosa común.

picapleitos
Varias frentes perladas por un sudor nervioso; rostros graves, fruncidos, ensimismados; una sala atenta aunque hastiada del sainete; sólo el interés resiste; será porque la tautología demológica es la práctica cuya condena o absolución dependen del supuesto y la duda; recto e impersonal el fiscal cree haber estudiado todos los detalles concernientes al proceso; pero se le escapó que un animal de estimación pudiera reconocer la treta, igual al doble de aquel olvidadizo navegante tongolés arrollado por su propia yegua, o las ínfulas con las que un perro faldero mordió a la impostora de la tercera señora parlevita.

insistencialismo oficialista
Autorrelato para desarmar la simpleza eufemista. Fruncir es de las preferencias del sistema el modo común para emular potenciales forajidos, además de asegurarse una adecuada caracterización puntual que mantenga la fe en la formalidad imperante alejada de deslices y groserías. La ayuda rectora hará las concesiones maquinalmente necesarias, aunque con prudencia en el apunte y moderación contra promesa. Eso si, presume un bandeo bien aliñado, niega lapsus por arrogancia y denota una engañosa simplicidad. El concepto fundamental es tan primario que se deduce con unas cuantas reversiones disquisitivas.

café aguado
Tortas desabridas por el azúcar en exceso y otros sinsabores notables. Tanto más poderosos cuanto menos justos.
Epitafio: cualquier poder político está convencido que tiene derechos y virtudes suficientes para controlar, decidir y someter, en nombre de su estado natural, a cada ciudadano por mil paridos vivos todavía pendientes de tributación.
Es que por deducción, y aunque nada tenga que ver en apariencia, la astrofísica molecular supone que nada pasa que ellos no sepan de antemano, la verticalidad en trasfondo incluye un tercio de espía por cada delator probable. Colabore pues, vea e imagine hacia la conveniencia pública, no despilfarre pensamientos con ideas supuestamente originales, pendejadas también son intenciones, cuántos en millones por ciento saben aunque sea ese poco bajo los actuales padrones de sanidad mental que recomiendan no escatimar lo valioso a uso del gobierno.

la excomunión del ñañigo
Anciana ruina dijo: si este planeta aglomerante sirviera, ha mucho que vuestros dioses se hubieran rendido ante lo evidente. Grandes masas son excusas de falsarios. Consensos astrales parcializados. El espíritu vigente es de tal magnitud fantástica que extrema un fractal figurado y asombroso de pervivencia mediata, luego, si una moneda es un país, cada señal es un aserto y semejante castigo no cabe para constatación justa del hecho.

una mujer peli(g)rosa
Y más rápida que la velocidad en curva. Hombre libre alguno necesita propiedad o dominio sobre nada. Relegados a la frontera salvaje en compleja extinción, entonces sea adecuado adaptar los sujetos al esquema u optar acaso por el desarrollo imperante. A idiosincrasia libertina mejor destape. ¿Quién sembró de ´lagartos´ los ríos que el colono pobre cosecha cual oro? ¿Dónde venden eso que nadie puede comprar? La selva no perdona, su venganza convoca el misterio y ni siquiera vale la pena rezar al contado.
Abierto paralelo, los evolucionistas de la conservación son demasiado cobardes para luchar por otro asunto que no sean sus privilegios adquiridos en derecho.
Aquí ondas de intersección sensorial impregnan la percepción.

amnesia
Senso para coartada. Una crueldad confidente de argumento memorioso. Ellos hacen el festín mientras ellas lavan la vajilla. Las quimeras del amor, otra ridícula demostración de poder con seria carencia de fundamento porque hasta semejantes transgresiones a la ley de la gravedad colectiva exigen cierto sentido implícito en fase al contexto circundante, y muy alejada de aquella realidad que un día pretendieron reflejar.
A la luz de la opinión púdica, el conformista es un facineroso sensato, que antes de lo que se sospeche, surte el collado bajo un faldeo del monte. Eran noventa años sin que nada que sea el viento pase, aún la muerte se detiene con cuidado y adormece. Luego, en un presentimiento ambicioso, neófito e incontenible, lo resuelve: Ni acusaciones, disculpas o pareceres sirven para testimonio.
- entonces fue enterrado por última vez bajo arena verdosa.
- ¿cuándo fue mientras llegaba?
Iba allá dentro a encontrar su sombra, raro carrete de arraigos.

insuferable
Concepción compuesta por mecenas y prestidigitadores del hartazgo. Tantas cuantas piedras quepan en un paso de montaña sin fondo a lo profundo, e incluso fuera mucho más si todavía hubiere comparación posible al palio del enteco, un laberinto subrepticio fecundo en tretas difusas pero ausente de estalagmitas, sendero entre cismas colmando una bocamadre capciosa hasta convertirla en ablación al recato, belleza artera y nauseabunda que protege tamaña unirrealidad oscurantista. Pumas blancos, caballos colgantes, halcones de cuatro patas, osos azules, mariposas bicéfalas y hasta dos poemas pétreos que dicen lo contrario con las mismas palabras:
Qué sabe nadie   sucia tierra bendita   un terminante jamás   Sólo aquí cabe mi dicha.

Pepote Elunático
En convulsión telúrica archidecadente. Un apólogo alfeñique de naturaleza llana, apenas si quebrada con penachos en intuición que no añora desvaríos, índole de las pasiones cuyo derecho a la pereza es modelable, si constelada de diversos seres en crisis existencial por culpa de una imagen premonitoria de acontecimientos telekinéticos similares ya sucedidos en diversos otros puntos orbe-orbitales.
Umbral polisémico que da lecciones de preservación para lograr bajos niveles de estridencia por aglomeración en habitante cuadrado, fenómeno que ronda ahora el fatalismo caótico: juntos o periódicas, complicidad e incidencia que trastocan sus extremos decrépitos, redundan en un idealismo que aliena y apasiona multitudes a su tara ancilar de simulacro con fraude.
Es el intelecto que descarta los libros y empuña las galas. Baste que sea pensado y ya es un ardid temerario cuyo único punto en cuestión resume un rato en
las islas de la conga nihilista.
Sin embargo, un nuevo santuario de la premonición marina inextricable se abre paso. Desvarío cartográfico y también caligráfico. El último confín donde se detuvo la claridad más profunda para fulgurar entre los muertos, aunque más acá de la anécdota como tal .augurio que se resiste a transcurrir desplomado- las habitan gavilanes, botos y barracudas, hay densos corales esmeralda, matorrales ambarinos sumergidos y grietas caleidoscópicas verdes centella vertiginosamente herméticas. El apenas juzgado quanto en su concepción de máxima semejanza a la profusa materia prieta.

mientras más estudia menos sabe a destino
La ley sustancial reza que donde el tigre mata un hombre asesina. Elocuencia vitrificada en su insoslayable automatismo de fugacidad encaramada a los rumbos del vericueto.
Casi sin haberlo notado, serán pregones de palabras y anuencias empegotadas de alguna remota mañana, aún entonces se puede colar un parche que encubra las anchas orillas del largo sendero; sombrío, terco, soso, perdido su encanto.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Aquí y ahora

espíritu en cambio

Sabiduría y conocimiento del Todo. Cada cosa creada obedecerá.

Es mirar, esperar para ver donde nadie puede hacerlo, oír lo que ningún otro oye, saber lo que nadie más sabe.

El Hombre no es el primero ni será el último dueño de la Tierra. Los Antiguos eran, los Antiguos son, los Antiguos serán siempre, no en el espacio tal como lo conocemos, sino entre los espacios aislados. Avanzan inadvertidos y sin dimensión en todos los lugares solitarios de la Tierra donde todas las palabras han sido ya pronunciadas, oídas y comprendidas.

El encanto de la Alquimia descubre el sentido arcano que se encierra bajo la cubierta en piedra de un libro escrito al argot en procura del ser, siendo una lengua particular de individuos que tienen interés en comunicar sus pensamientos sin ser comprendidos por los que les rodean en la dimensión de esta realidad de conciencia intuitiva.

La sociedad mantiene una conspiración de ignorancia y desprecio al humilde razonamiento de cualquier individuo que jamás haya creído que la transmutación de los elementos de la materia radiante fuese una quimera metafísica, similar a los medios que existen para registrar el pensamiento abstracto, distintos de la escritura, y que interpretan conocimientos paganos desconocidos.

No hay plano más alto que el Plano Astral, un hecho acerca de la naturaleza del alma y los poderes psíquicos, en su camino hacia el nirvana, estado dichoso de la nada que trasciende la reencarnación. 

El Plano Astral es el dominio de la vida onírica y la realidad del alma. La conciencia física es tridimensional, la conciencia del alma es tetra dimensional.

La conciencia tridimensional tiene las cualidades básicas de tiempo, espacio y materia, que crean la experiencia de la separación, la muerte y la masa.

La conciencia tetra dimensional tiene las cualidades básicas de atemporalidad, espacio y energía, que crean las experiencias de unidad, el ser y el flujo. En la cuarta dimensión hay conciencia de la omnipresencia de la eternidad, donde simultáneamente coexisten pasado y futuro, y un permanente sentido que el ser no es de las cosas, sino de la energía. 

El objetivo de los sistemas de pensamiento filosófico es que tienden a la consecución de la unidad, el ascenso a través de los laberintos que intervienen en la simplicidad de una primera causa o principio que se basa en la aceptación de la pluralidad de los mundos posibles en el Cosmos.

El ocultismo, por muy importante que sea en la historia de la búsqueda del ser humano por entender, no es un sistema real y útil con el que captar e influir en el funcionamiento de la naturaleza, ni una forma precisa de describir el universo. No obstante la zona crepuscular entre la realidad y la ficción parezca el territorio más fértil para el fomento de imágenes mitológicas sencillas y su instalación en el imaginario colectivo como ficciones verdaderas.

El concepto de un centro espiritual oculto del mundo se desarrolla en el hinduismo, el budismo, el taoísmo, el chamanismo y otras antiguas tradiciones orientales. Mientras que algunos esotéricos creen que Shambhala es un lugar real con una presencia concreta y física en un lugar secreto en la Tierra, otros prefieren verlo como en un existente plano espiritual más elevado, algo que podría definirse de una nueva dimensión del espacio-tiempo colindante con nuestra propia mente.

Los reinos ocultos de Agartha y Shambhala constituyen la doble fuente del poder sobrenatural que emana de Tíbet, y han llegado a ocupar, deformados a placer, un lugar importante en el ocultismo y en la cripto-historia del siglo XX.
´… en algún lugar allá del Tíbet, entre los picos helados y valles aislados de Asia Central, se encuentra un paraíso inaccesible, un lugar de la sabiduría universal y paz inefable llamado Shambhala …´

La India y el Asia Central son el hogar de las leyendas y el folklore de la mística budista sobre Agartha. Las montañas de Altai, en el camino a Khotan, serína morada de una antigua civilización que ocupa los parajes de mundos subterráneos en la tierra hueca iluminada por luz artificial, y que  la memoria popular asocia a los supervivientes de la destrucción del continente atlántico.

La fragilidad de la maqui­nária hipermoderna aumenta cada día. A medida que la vida se complica, el mecanismo orgánico se hace más intrincado y por ello muy vulnerable. Las sanciones se multiplican de un modo tan desmesurado que pierden aisladamente en seguridad. Durante los siglos de oscurantismo había una sola gran potencia: el temor de Dios y de su Iglesia. Hoy en día existen una multitud de pequeñas divinidades, igualmente delicadas y frágiles, cuya única fuerza proviene del consentimiento tácito en no discutirlas.

Uno de los símbolos del realismo fantástico es el Pentalfa, el encanto paradójico de la estrella de cinco puntas. El cinco o pentada en el número de la naturaleza viviente. Se supone contiene el llamado número áureo phi de la proporción perfecta del microcosmos humano, para aprovechar no sólo lo natural, sino lo sobrenatural, es decir, las fuerzas de todas las fuentes intelectuales, naturales y sobrenaturales del poder, sin restricciones morales ortodoxas ni de paradigmas conceptuales.

Si se corta en la mitad una manzana, puede observarse una forma similar a una estrella tridimensional de cinco puntas. Quizás eso explica que haya sido la fruta escogida en la cábala antigua para tentar al ser humano en el paraíso. A su vez, el pentáculo es la misma estrella pero encerrada en un círculo, su anagrama, una forma sutil de energía que rodea la Tierra, y en la que se conserva un registro de cada pensamiento y acción que se haya producido nunca.

En cambio, el Sol Negro es una fuente de energía infinita de la materia oscura, un haz de luz interdimensional que aunque invisible para el ojo humano es real y existe. El espacio de la materia oscura es profundo un campo de energía entre las cosas que se ven incluso más allá de la experiencia sensorial. La teoría cuántica prueba que la materia oscura mantiene el equilibrio de las fuerzas estructurales del universo.

Estudios neurológicos avanzados muestran la existencia de un estado distinto del sueño y la vigilia, un estado de consciencia superior en que el ser humano estaría en posesión de medios intelectuales inmanentes y multiplicados, cual se tratara del espíritu calibrado de un modo diferente en la antimateria.

Prima Matra es un antiguo término alquímico que significa primera cuestión o esencia inviolada, una dimensión de lo fantástico que abarca cualquier forma de materia que sea resonante con aquella primera materia original. Una vez que el sistema físico se ha saturado con las frecuencias de resonancia presentes, debería comenzar a construir matrices dentro de los niveles más altos del campo de su áurea. Si la conciencia individual no se preparó lo suficiente para soportar estas matrices de conciencia de más alto nivel del proceso sería revertida rápidamente, causando una implosión dentro del cuerpo. Esta condición es más grave de la que se conoce como el epifenómeno de la muerte.

Las consecuencias son que un alma individual en realidad podría quedar atrapada entre esas frecuencias, y al mismo tiempo no tendría ninguna posibilidad de volver a su alternativa de encauzamiento evolutivo en la cuarta dimensión que es el dominio de los espíritus, un registro continuo e invariable de la existencia perpetua donde la conciencia se desplaza en el presente de dos eternidades, el pasado y el futuro, hacia un estado de conciencia superior.

La codificación de los secretos místicos del universo es tan antigua como las edades del saber. Por ejemplo, el dualismo supone una oposición a menudo conflictiva entre dos principios antitéticos o dos jerarquías de valor de realidades antagónicas, y ciertos aspectos u órdenes de la realidad como la materia se exaltan sobre otros, siendo repudiados como irreales, inferiores o malos.

Mientras en el hermetismo, se fundamenta la evolución del universo de la unidad a la multiplicidad y de ésta al cenit de la divinidad única.

Sucede que para efectos prácticos en la percepción se despliega una zona gris de ideas extremas entre la realidad y la ficción apoyadas en una experiencia atávica del equilibrio de lo que ha sido y lo que será.  La idea a ser directriz complica hasta el extremo el sistema que quiere destruir para hacerlo suyo sin posibilidad de reacción defensiva.

No se trata de una interpretación mágico-delirante ni ficticia de un relato fantástico, es pura metafísica narrada sobre los secretos de la energía y de la materia susceptible de mediciones distintas a las que se conocen. Una ciencia y una técni­ca avanzadas simplifican tales aparatos con fases progresivas. No es imposible que ciertas mezclas naturales pro­duzcan, bajo el efecto de los rayos cósmicos, reacciones núcleo-catalíticas en gran escala conducentes a una transmutación masiva de elementos. En condiciones específicas, la energía de una transmutación nuclear podría ser absorbida por partículas especiales llamadas neutrinos y antineutrinos, resultantes de la tremenda energía encerrada en la materia. Sin embargo, el resultado final es la paciente transformación espiritual del facilitador.

Existe una disciplina que permite el acceso a este tipo de conciencia frente al enigma, un medio no convertido en fin capaz de manipular la materia y la energía de manera que se produzca un campo de fuerza que actúe sobre el observador y le coloque en una situación privilegiada frente al univer­so, con acceso del ser a realidades que el espacio y el tiempo, la materia y la energía, suelen ocultar. Esa transmutación del estado psíquico hacia el absoluto más allá del misterio siempre lo propicia un acontecimiento excepcional e irrepetible de origen terrestre o cósmico. Entonces sólo la alquimia logra la conjunción perfecta entre el arte y la ciencia.

En términos metafísicos, todo lo que común­mente se llama existencia, es ni real ni irreal, o sea, quasi existencia, inversión de la entropía, expresión de una tentativa que apunta a lo real o a la conformación de una existencia real. Por ejemplo, al nivel de la partícula, el tiempo circula a la vez en los dos sentidos. Hay ecuaciones que son a la vez verdaderas y falsas, o como la luz, que es al mismo tiempo continua y discontinua. La coincidencia del quasi estado entre el equilibrio y el desequilibrio donde todas las apariencias son falaces porque provienen del mismo espectro fugaz.

La Metafísica, cualquiera sea su definición, es una empresa imposible, ya que es acerca de las cosas que no cambian, o sea, de las causas primeras del ser en cuanto tal, de aquello que está más allá de la materia. Por tanto, el objeto de la metafísica es el ser en sí mismo que no cambia.

La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. Dominar la polaridad significa dominar los principios de la alquimia mental. El universo, que es totalmente mental, puede ser solo dominado mediante la mentalidad.

La verdadera transmutación es un arte mental. El ambiente externo se influencia por el poder de la mente, sobre el que rige el principio intrínseco de la naturaleza de sustancialidad mental del universo, ya que la mente es el factor mayor que puede afectar sus fenómenos.

La realidad de la existencia es mayor que la existencia del entendimiento por sí solo. Así, la negación de una tesis metafísica es una tesis metafísica. Vivimos en un Universo Mental. Todo lo que Creemos se hace Realidad en el Momento.

Ello rebasa una de las operaciones binarias más abstractas de la física cuántica: la normalización de las funciones, operación que consiste en establecer una función descubriendo un objeto físico de tal manera que haya una posibilidad de volver a encontrar este objeto dado en el universo entero. Una lógica implacable que sostiene un sistema aparentemente absurdo, paradoja del fin de la eternidad.