miércoles, 18 de febrero de 2015

Tiemporbital

Patentada como capacidad de confabulación, anodina, aclamada e impertérrita, absurda sea la verdad, martirio y candela, paranóia pero al revés.
Alarde a una crónica del científico que desafiara su tiemporbital. Un ánfora tranca de encrucijadas infinitas. Cálculo analógico de ciertas variables compuestas. Geometría algebraica en praxis especulativa. Dimensión cognitiva de embroques galácteos cuyo ángulo quepa ante siglas apenas verosímiles.
Tenía por nombre Alfonso Migas. Era el hijo feo de su padres, nieto sin abuelos y hermano del desarraigo. Estudió como autodidacta en una cátedra que pudo costearse con el salario de mesero. Luego cursó un pagaré metodista pero fue descartado al segundo ciclo por afirmar -cuando estaba a punto de demostrarlo con un experimento en coordenadas rangel- la inherencia hílica del presago desiderativo. Acanallado por el atrevimiento, se retiró de la academia para dedicarse al empirismo puro.
Preguntas suyas para un cuestionario especular:
1. Así como el tempo rítmico es una magnitud en postas de vértigos circuncéntricos, cualquier masa será la moción óptima por cada partícula propia.
2. El kilotongo es la única norma exacta para medir esa durabilidad expansiva y equivale a un punto indeterminado previo entre dos tangentes planas.
Eso si el hormiguero en cuestión se rige por jerarquía piramidal, habiendo componendas innatas con cauciones de revulicio que purgan hacia una diversidad de clase variable, si entitativa mientras cineraria de fuelle pasivo.
Adendum marriento: para un mercado posible el espectro real de consumidores es mucho más disperso e impredecible que el resultado a expresar en un flujo de diagramas de franjas, teóricamente capaz de proyectar esa temporalidad perpetua a la variación dada.
El paradigma fue diseñar un modelo ajustable y asimétrico que los contuviera, sin la distorsión ficticia de la demanda, ya que esta puede fácilmente manipularse en la cadena de gestión ampliada.
El investigador define como alquímico al mercado que derrocha su contenido real en publicidad masiva, y llama panacea perpleja al resultado que determina ese costo agregado y lo transfiere al consumidor, inclusive a través de impuestos que negocia con un gobierno que le pertenece de nómina. Dicha ecuación financiera funciona como un sensor del proceso axiomático capaz de trasladar el resultado al mercado vacío, y su primera contribución a la pseudo-ciencia tributaria.
Hubo entrado en uno de esos sueños de lo que que jamás despierta obsesión ninguna, para llegar a ser más veloz que la misma órbita planetaria y hacer del lapso temporal agregado un riesgo morganómico relativo a su duración precisa. Porque lo accesorio también aquí resulta fundamental, siendo un orden remoto de control contumaz.
En estas y otras disgresiones pasionales pasaba su vida este hombre pensante. Fue agnóstico, dudó que el universo se contraiga en moléculas pepitorias, o que el estado tuviese derechos agregados. Su único amigo fue un temario y su mejor amante la Soledad, en aquella casa suya de cuartuchos arrumados, un mal baño y cocina a leña y carbón. Era capaz de aguantar encerronas de semanas enteras abstrayendo concisiones de física pura, cuadrando teoremas para la evasión impositiva y cultivando plantas exóticas. Aunque escueto de palabras aparentemente nunca fue excéntrico ni tímido.
3. El acumulo ocasional de caudales ocasiona el fraude fiscal derivado desde el gobierno.
4. Una fánasis o dogma de preferencia, es el que resulta en una religión terminal cuya superstición es elevada al extremo del colmo científico.
- antes tendrías que estar muerto... amigo
- y porque solo así lo intentaría contigo, además, cuando eso suceda, tu naturaleza no compaginará
- también un modo de correr el espacio es ganarle tiempo a la distancia
- una causa que antecede al fundamento al que se corresponde por notación simple
- como aleatoria de muestreo teórico
- mejor digamos fantasmal
- ¿quién puede saberlo?
- en las tierras del nunca sólo se habla del olvido.
Y mucho antes de lo que ninguna historia corta supone, hay allí una ciudad con sus confines bajo la niebla industrial.
´Al momento de elaborar este archivo referencia son las 14:22 del 9 de enero de mil novecientos... y cuando una voz femenina diga, don Rufino, es éste mundo, después de Dios con mayúsculas, lo que manda es el dinero, nuestra peor pasión... entonces serán exactamente las 14:24 en hora del segundo y definitivo cuenteo, algún año después´.
5. Regresiva con rastreo. Toda máquina imperfecta produce un voraz calor residual, porque nada puede girar mas deprisa que su órbita natural.
6. Una dimensión posible para quien haya nacido dos veces bajo la misma perpetuidad.
7. Patrullas del pensamiento.
Labantú de una vivencia a ciegas, gira, asiente y se acomoda, mientras el tren inicia marcha hacia los rumbos gélidos del mar austral. Viaja para probar si lo que llama ´detector sensibilizado´ -data, serie y rango patentados- funciona en condiciones atmosféricas extremas. Consigo lleva además la consecutiva certeza que mal cabe ante aquéllos equis factores que modulan sin contener su principio. Ello de alguna manera comprueba si ciertas cosas vibran algún lenguaje de composturas y estigmas. Aunque hubieren otros principios en la hipérbole inmediata, ninguno abarca repetir el próximo o entreceptar los ulteriores.
- tenía pues mirares de caatinga
- aquello que es cual un restello de flecos
- exactamente pero castaños
- da casi igual tesón por huésped potencial
- válgame el horario
- ni se apure, sólo sale hasta mañana
- ya me agrada.
En esta Era de la ansiedad parabólica, un aquellare deportado resulta en flor del heliotropo. Fúrica, mezquina y parabólica. Pretende ser eterna como toda tacaña avaricia que los herederos del peso específico esparcen por el aire, desde tiempos inmemoriales, tierras y mares adentro. Ha dicho que maneja la causa pero maneja el artificio.
Historia apócrifa de Corregido y Aumentada. Sucedió entonces, que a invitación de Restringir y Selecta, se encontraron juntos los allí presentes para carearse ante el llamado ´escándalo del bigote´.
Como quien sabe de putas y rezonga contra sus mujeres, así don Casiano dividió para tres una cantidad de ese dinero que por ventura legal le quedaba en renta, y sin ocupar otros restos, camino un sendero escondido hacia el campo. Estaba dispuesto a hartarse con la ondulada comparsa de bosques y follajes que abrían aquel recodo en la llanuras. Su asombro clamó ante una catarata de flores de color difuso más allá de los colores, pero las heladas de un verano tardío no se rindieron durante días, y mientras la calma del río torrentoso no las disipaba hizo trizas su zafra.
- ignominia, gritó entonces el calvo
- oyes a quién dizque le pertenecieron mucho antes de estar muerto
- asume tu responsabilidad por lo hecho, pero luego, cuando reclamen tutor, exígeles que ni siquiera te imputen el acierto, y pisó bosta silvestre.
Cántico visceral en clave de aluvión. Siluetas ambarinas bastante dispersas.
Plantíos o gente, lo verde se detiene pero se también se venga.
Treinta y un con seis observe qué pintor escribió el distante Carey para carapacho de bargueño nacarado.
7. Apreste a qué huele su omnívodo aliento vital e intuya hasta donde escupe aquel tipo de censura.
8. Luego, un amasijo que repunte sin oponer disyuntiva, deriva a otro similar pero opuesto.
Traducción para sarta religiosa, Donde dice referente a ello léase norma característica. Existe ninguna otra probabilidad bajo millones que cualquier ser vivo o cosa vitalizada, alguna vez logre siquiera transfigurar las cuatro conjunciones universales del espacio en el tiempo.
No entanto, la obra masterizada del ´florón danzante´, resultó ser la espera para un pronto y trágico desenlace, y donde hubo tres apuntes válidos; una figuraba, otra ciertamente se parecía, aunque el mismo entresijo restante hizo de tercero. Mientras aquesta se añadió sobró para doce. Entonces la multiplicación equivalente matrizaba el triple del restante.
Aquel gortesco personaje fue un siamés hermafrodita de origen cosanguineo que asimismo se autoproclamaba ´príncipe augusto del sagrado rito real´.
Siempre, inconscientemente, cuando se juzga de tratar legalismos, las gentes fallan a favor del dinero barato, plusdevaluado, cual una tontería contable quasi-intelectual.
Termina pues, pampero y disarmónico, aquel imperio que se sonó en un acerbo sobre maderas de tierras e islas vírgenes. Nexo manumiso a ochenta kilómetros atascados sin magnitud específica de hacha fina y pirulera.
Mientras conversan, el aire frío cala los herrajes contra una pared de piedra de lago allá de las calas del viento antártico.
- repite sus pausas a cada intervalo primonumérico
- eso mientras fueren progresiones compuestas
- siempre que requiera pausa
- ... genial
- le llamo vibración paródica y es lo suficientemente intensa como para suponer un fonema auxiliar que cierre el circuito sonoro
- en un rango de tipo audible solo si guarda relación con la misma serie, porque al descomponerse en un señal inestable, su magnitud determina el carácter del receptor pero no la percepción resultante
- para eso sirve el escalómetro de los dispersores
- exacto, evita la fatiga sensorial precoz, y por tanto, una acción muscular por compleja que sea, conduce a un juego de intenciones cuyo fin genera calor de impulso condensado, transfiere energía y regencia el tono perceptible por el aparato
- sin embargo, lo imposible simplemente puede no estar y diera un falso positivo
- en cuanto sea real.
La reforma de los vapores metálicos. Secta para un evangelio infalible. ´Aquí se construye el Templo del Buen Afán´. Tiago Pasmó, dilapidaría en pocos años la enorme fortuna que por ser hijo único heredara de su industriosa familia, para fundar un monasterio espiritista de método teosófico. Erudito en ciencias ocultas, religiones cabalísticas y sistemas cabalísticos, llegó a ungirse ´Sumo Pontífice de la doctrina del alma transfigurada´. Compró seguidores de toda laya, y se hizo retratar desnudo sobre lo que llamaba la torre rectilínea del templo cuadrangular que decía ser ´la conjunción perfecta de los espacios recreados´.
Ningún seguidor le sobrevino sin otro interés que su derroche en banquetes y obsequios sacros de toda especie. Cuando murió, probablemente envenenado en un rapto de locura mesiánica, planeaba la ´tercera peregrinación a la ermita del ocaso bizarro´, al sur del mundo.
Los sensores de penetración sensorial descubrieron allí mismo un entramado subterráneo y clandestino sobre una veta de plata vegetativa.
Entonces la cremallera del tiempo se le abrió hacia adelante como si se tratara de un abanico profuso e inesperado, el cuerpo azul y circuncéntrico de un increíble sistema orbital en estado de anverso inmediato.

Hipertelia. El nombre no importa siendo porque es un ser menos en otra ciudad como demasiadas. Individualismo que acontece cual aberración al azar. Brote límbico y adictivo cuya robõtica se comanda en función de latencia serial. Lo múltiple del holograma binario abrumadoramente harbado.
Catálogo señuelo de telecomando unidireccional. Mensajes sintéticos, informadobles, tarjetas de activación, sensores discrepantes, bifurcaciones segregadas, topes térmicos, cotas de memoria autosilente y procesador percentual. Toda nomenclatura teórica de entusiasmo ignícola.
Se llama hesitar por aptitud genealógica que hace tierra de la palabra libre al viento. Vahídos limitantes de rancias pestilencias.
Demasiada fortuna para otra racha aciaga. Acuidad tecnocrática minuciosamente depurada y replicante. Entrevero mistagogo que plota la realidad en boga.
Anticuario. Consupción con error a tientas en un boscoso mausoleo tropical. Fecha abrevadero burlesco tipo monicogote acalambrador.
Pataleo futurista en ciernes del no hubo mientras ni siquiera quedaba esperanza, si acaso fuere posible rendirle cuentas al mal sueño. Código tácito e irrefutable de dominación ampliada con gestos violentos.
Arcano. Fue una epifanía que de sopetón le recuperó la desmemoria para nunca decir jamás durante su larga estancia en centro de reposo al pie de una laguna salobre de grietas cavernosas, donde un enfermera le dedujo que ese sonido guapachoso era una dolencia reversible que le decía hablar sin pensar en nada, incierta mistura entre rumba empedernida y zapateo tupí.