lunes, 13 de julio de 2015

Onomatopeya

" La formación y el uso de las palabras que imitan los sonidos asociados al objeto o a las acciones a las que se refieren. La propiedad de una palabra de sonar como lo que representa ". En honor del agua y todos sus sonidos dicha sea esta palabra.
Barata.
Dignísima hija de su inteligencia vegetal hecha madera de bosques y hojarascas.
Preludio para una renga danzante: entona la morena moma.
Y aplica aquélla luenga táctica del vendedor de sueños.
Si el hombre no resuelve, lo hace el diablo. Dios echa sentencia: ni una vez a cero.
El momentum en que se hizo la vida también se inventó la usura. El árbol exigió del follaje algo de su savia caída para dar sombra al suelo. El mejor enemigo le dedicaba pues un silencio ensordecedor lleno de aroma. Flor bien hecha pero mal concebida.
A veces la gente pierde la inocencia de la manera más estúpida posible.
Pero para semejante grupo de oriundos era como una predica parabólica en alta mar.
- los verdaderos pescadores somos desdichados en tierra
- amargo y dañoso
Pensaba que se debía al esfuerzo de las piernas al caminar tanto.
Palabrejas intelegibles que significaron dosis.
- eres un intratable resentido social
- la vaca mañanera nos da leche y el jornal, en cambio la gallina vespertina pone las tortas y el maíz.
Visto desde la playa una madrugada brumosa, el pueblo de casuchas de caña y balsa parecía otra mancha tejida al azar por la brisa y el moho.
- ¿libertad?… punto de orden, creen que fue una revolución pero yo digo que fue apenas pataleo de ahogados contra la correntada oficial que los llevó directo al carajo.
El guitarrón de don Próculo y la voz carrasposa de Pancha ambientaron el funeral del joven pescador, mientras, en el embarcadero, dos pangas preparaban los aperos para otra jornada mar adentro. El miedo a lo profundo y oscuro sólo mata de hambre.
En viaje hacia la profundidad de si mismo, el océano, inmenso cometa interno, vuelca su furia pasmosa contra la costa lejana.
Al principio los espectros eran doce, pero tres de ellos se quedaron rezagados en algún valle escondido por la sed, luego, bajo la soberbia del sueño, desaparecieron sin hacer concesiones a la niebla, y ahora apenas resultan el vago antojo de lo que no hubo.
Es la leyenda del indomable pez bonsai.
De vez en cuando, inexplicablemente si se quiere, unos ojos claros y malévolos posan sus impunes deseos sobre ciertos lugares solo para darles nombre y una razón que nunca por lo demás necesitaron.
Será debido a que todo deseo va calcado con esa resolución impertinente hacia una inefable fatalidad.
- pues lo he sentido tal como una madre
- ¡que dice don Raye!
Hablan un plenilunio atosigante y denso. Habían callado hasta los grillos. Una crespa de meros pasa atada a la superficie. El viejo dormita pero ya los hubo olido en el oleaje. Se incorporó sin apuro.
- carne blanca.
Durante la transición uno cree que trepa la montaña, cuando lo que ocurre es que ella a veces permite escalar su lomo inabordable.
El último esclavo liberado era una mestiza centenaria, mantis de pobreza y calma.
- no se sabe de donde provine, cuantas manos la tocaron ni para qué, es simplemente intangible
- repetitivo, circular, son los seres y el poder de un continuo y voraz sobresalto de una rueda en desgracia.
Detrás, del otro lado, el milagro de la tierra se renueva con el agua, por el aire, en el mar y en todos sus ríos a cada instante. Es el sur inabarcable, la frontera cuya forma de hembra flota, surca o pasa bajo una inmensidad sideral cuya cruz queda estampada al borde del mundo.
- como cada uno de los días que te faltan por morir
- ¿tantos así, buscona? E hizo un ademán cansino.
Entonces los gobernantes del golpe blando y mano preta repletaron de billetes los once vagones del tren expreso, sin imaginar siquiera que una semana después tamaño dineral apenas sería papel confeti, basura cara o ni eso; una reforma monetaria sorpresiva le puso cualquier otro nombre y le quitó todos los ceros posible al circulante.
Matices siniestros que iban del demagogo al protopresidente, del califazgo al interinato.
El viejo guerrillero terminó de afeitarse antes de entrar de un portazo aciago en la historia oficial. Desde su ventana la selva parecía interminable. Apenas si supo que fue al revés de la verdad y en contra de muchas vidas; negociar esa paz capciosa también era una forma de lucha; alguna vez los valientes han de ver la cara al enemigo y escucharlo sin temor; aún no lo mataban las balas de papel periódico o el tiempo transcurrido en la montaña acechado por sicarios.
La trama había elegido a sus interlocutores entre una maraña de egos. En silencio se rindió ante la patria ingrata sustentada en los restos que dejaron tanto combate y algunas heridas. Literalmente, por siempre, cada uno de ellos guardaba su particular secreto. Esos cuantos fusiles robados dispararon en vano.
Extracto puro de paciflora, hosco y pálido.
Victoria de los conquistadores… señoritas y señorones. El palanque cae hacia un canal estrecho, subjetivo, casi azul. A su vez, la montaña, enorme, el sol recto y la certeza, quizá pretenciosa, de salir de una pesadilla eterna que hacía arder su espíritu renegado en los fuegos del averno sobre un dantesco piso de oro arcaico.
Estaba solo sin ejército ni muletas, con el recuerdo de aquella mujer de mirar penetrante que le susurraba ecos lejanos, que le decía en un criollo gutural que no fue el mejor sino el único, que después suyo al pueblo llano sólo le quedaba rogar por otra chance al cacique de todos los seres.
- sé que los tales patricios son unos gamonales embusteros. Dijo y se tragó en silencio la mueca.
Toro colorado en gato sagaz es igual a luna gris.
Desembruja Churoloma, ya no tienes quien te olvide.

Atisbos.
Error de identidad - rémora y acepción a zancadas en un pueblo azotado por el viento.
Pete Clarque III, caricaturista profesional, apuntador para la orgía consumista en una cadena tiendas nacionales, desvivía su castigo diplomático en la ciudad más desvencijada e insana del planeta sur, Penca y Mendieta esquina, un mil novecientos cuarentitantos.
Desdicho fue por él ese epíteto de república bananera, marca de água de aquel refrán; esclavo de lo pendejo, domo de lo calado.
Causa fue afirmar lo que escribió pseudo-catatónico en una cárcel de lujo, otro tiempo del amor plutónico. La interrogata que resulta en el idioma kure. Pixado, nato, después surgido en falta.
Y la fábrica de billetes agotaba, mísera marranada, hasta el último de los próceres con una suspicacia cuya velocidad pudo farsear al mismo espacio-tiempo.
El hombre que echó a la basura un boleto premiado de la lotería sufrió la gran suerte de lo que nunca sabría, por acaso confirmando la alcahuete anécdota de quien ganó esa partida de ajedrez contra el destino.
Sospechaba de primera mano que personajes límbicos e híbridos como el consul no saben lo que es ceder, y aunque tuvo razón se equivocó, antes cambiaría la polaridad del campo magnético de la Tierra que semejante cabeza ávida de protocolo cual aquella ya calva, colorada y entrecana.
Un poco explica por qué las retaliaciones son tan veloces y están ahí antes de un vuelvo como si fueran el último mañana. Una rapidez definida a cuestión del poder de la aceleración que también ocurre cuando se contrabalancea su peñora.
Así expuesto, el problema del cero es que equivale sólo cuando tiene cualquier otro número delante suyo.
Hombre prolífico en palabras vulgares e ideas sediciosas, el autor calcula que cada una de sus disquisiones pasionales sobre los amores imperfectos fue preterido, simple parodia a la causa de la dama despatarrada frente al regimiento, donde pretende probar que el lenguaje engalanado trastoca la realidad de una comedia afectiva contra el orden irracional, o matraca de la rapanga.
Mientras tanto, demasiada elegancia para tan poca cita: amar y rasgar en un mismo verbo son el imperativo detonante.
No obstante fue un anuncio atmosférico inminente lo que le rasgó el alma hasta precipitarlo al ostracismo. La carencia a pies desnudos, una oligarquía salvaje en permanente punto de quiebre, el egoísmo incólume de semejante verdor paisajista, aquel río latente y casi inmóvil, las noches borrascosas plagadas en un malecón sórdido, y la sensación sin matices de la inmensa soledad ante mismo.
Era también sobre los despojos de quien lloró cuando predicaba el presbítero acerca de la parca cristiana. Lo hizo sin pena una madrugada impenetrable. Quiso que la hora se detuviera apenas unos segundos, los suficientes para disolver el augurio fúnebre que lo trajo a esta tierra infernal. Agosto del cincuenta y tres. Atúfale un calor pegajoso que prolonga su momento más agobiante.
Suena una canción... ella es la hembra de mis raíces.
Es el llamado conspirador del eponimo, Arthur Chanclert. Trata la vida simiesca de un espurio catador de procesos gramaticales que logran eternizar el olvido en la selva negra de Hunterb. Todo un chaquiñan populesco y sagaz autoria del señor cónsul.
La noche ataca con mosquitos furibundos. Los ha barrido hacia el litoral un viento torrencial que presagia otro aguacero interminable.
El decrépito y atrofiado coronel Mayorga estampa su rubrica letrota en el libro oficial de visitantes; entonces sigue una fila encabezada por el comisario de policía, el hombre de confianza de los usureros, algún que otro compromisario anónimo, el vulgo minorista, y gente deambulante que iba y venía. Toda una sarta de esbirros entusiasmados con los sucesos ilegibles del el gringo desgraciado.
Combinaba el enojo que pertuba los sentimientos de intriga, es decir, la lucha estéril entre la pausa del adrede y su amasijo de quimeras, cuyas delaciones y relatos constituyen causa común en el corazón de piedra de las personas piadosas y creyentes.
El guardia jurado Sardino Cevola aguarda impaciente su paga amarga y escasa. Ha roto las únicas botas que tiene, carece de lo esencial, sufre los estregos del dengue, y sin embargo ha sobrevivido a otro carnaval en el bloque pachanguero del bolón sin verde.
Oye decir: no exageremos a punto de inimaginar lo esencial en este asunto, ni que se vea del dichoso laudo apenas un cuerpo con la llaga amorfa que le dejó la vida.
Quizás como el caballito que cargó la campana hasta el Choclo, un poblado inverosímil en la cima más agreste de la sierra perenne.
A punto de niebla la tarde languidece. Afanes de una tierra gélida, hostil y brumosa. Mientras Joselina rezaba una plegaria a las Tres Marías acaecía un temblor magmático de tono gutural. Medio acostumbrada, de su boca brotó un lamento inaudible.
La estratagema funciona en el instante preciso. En términos concretos significa escoger entre el sofón y la sidra, sea piedad o delirio en la noche artesanal de los hechos perversos.

lunes, 25 de mayo de 2015

Sincronía.

´El ojo con el que veo a Dios y el ojo con el que Dios me ve son uno y el mismo'. 

Las sincronicidades son esos momentos de coincidencia cuando el límite entre lo interior y el exterior se disuelve en el infinito ahora significativo del tiempo presente. Las coincidencias son mensajes codificados provenientes de la inteligencia no delimitada de lo simultáneo.

Siendo el tiempo pura ilusión, la única realidad del tiempo, en el plano del Creador del Tiempo, es el Principio y el Final del Tiempo, que son idénticos. Tanto al Principio del Tiempo, como al Final, se encuentra la No Manifestación o la Muerte Final de todo lo anímico.

Centrado en el ojo pineal o tercer ojo Uno se vuelve el testigo consciente que no se identifica con el pensamiento.

Los eventos no-causales son eventos mentales sincrónicos cuya causalidad postula un mecanismo físico para dar cuenta de las correlaciones significativas entre los eventos urdidos.

La causalidad física y la causalidad mental son categorías de fe, desconcertantes correlaciones que eventualmente son explicadas por extensiones directas del estado ordinario de conciencia, ante la posibilidad que diferentes hechos cognitivos e intelectuales puedan tener insondables correlaciones comprensibles y causales.

Su causalidad específica y sincrónica de ser, representa las relaciones causales y genuinas que somos incapaces de comprender satisfactoriamente debido a los límites inherentes de la condición humana.

La sincronía absoluta es una relación auténtica y significativa entre los eventos que en realidad son no-causales. Siendo la causalidad una realidad mental, no una realidad física o externa que simplemente se observa o descubre, es decir, la proyección de una operación psíquica en el mundo externo. 

Las sincronicidades son expresiones de la naturaleza onírica de la realidad, ya que resultan en momentos temporales cuando la naturaleza atemporal y onírica del universo resplandece y se revela abiertamente, ofreciendo un portal a la lucidez.

Debido a que es tan radicalmente discontinua con la noción convencional de la naturaleza de la realidad, la experiencia de la sincronicidad es literalmente alucinante.

En una sincronicidad, dos sistemas-mundo heterogéneos, el causal y el acausal, por un momento en el tiempo se entrelazan y se interpenetran entre sí, lo que a la vez es una expresión temporal que genera un aspecto de nuestra integridad que se manifiesta.

El universo sincrónico empieza por hacernos participar en su creación durante esa secuencia de momentos, siendo algo parecido a un acto de creación proyectado en el tiempo.

La sincronicidad es la más desconcertante y misteriosa de las discontinuidades de la física. El poder soberano de la causalidad hace que parezca impensable que existan eventos sin causa que jamás podrían coexistir. Pero si lo hacen deben ser considerados como actos creativos continuos de un patrón que existe desde siempre, que se repite de forma esporádica, y no es derivable de los antecedentes conocidos ni sucesivos, o de la eterna presencia del único acto creativo.

Las sincronicidades son cristalizaciones del destino en el tiempo lineal de un tiempo no lineal y no causal, un proceso atemporal cuyo ámbito fuera del tiempo y del espacio torna un mundo de participantes activos en y de un acto creativo.

Como expresión de la naturaleza onírica de la realidad, las sincronicidades resultan intemporales y temporales, es decir, están poseídas de una naturaleza doble con respecto al tiempo del proceso mental que se forma a través del mundo aparentemente externo, un recurso que la psique interior exterioriza, cuando están inseparablemente unidas como una sola realidad.

Las sincronicidades son tanto el vehículo a través del cual se percibe lo complejo, y una expresión del hecho de tomar conciencia de la naturaleza de ensueño del universo y sus emanaciones de alerta que se proyectan en el ahora.

La Ley de la Atracción afirma que por resonancia emocional uno atrae sincrónicamente desde el exterior aquello que resuena en su propio interior, y que también puede llevar a su vida aquello en lo que fuertemente se enfoque.

Lo de no-localidad quiere decir que no está obligado por las leyes convencionales del espacio-tiempo, además de ser multi-dimensional en el más profundo sentido de soñar, ya que auto simultáneamente puede expresarse a través de las experiencias internas, así como mediante la atracción de eventos en el mundo aparentemente exterior que encarna ante sí mismo.

Cuanto más profundo se sueña más consciente es la inspiración para que la experiencia interior sea reveladora de un resultado transformador, siendo éste un soñar no-local de múltiples facetas y canales dispuestos y envueltos en todas las dimensiones del campo de una vivencia psicofísico singular en la que la unidad del espíritu y la materia se hacen visibles sin el proceso pasivo de soñar.

Un recurso abierto para que el universo sincrónico se manifieste en forma materializada y se exprese en un quanto enredado, interdependiente e inseparablemente fusionado en la co-creación de la sincronicidad de los demás, ya que no sólo le pertenece a una conciencia individual, sino que participa en la sincronicidad al mismo tiempo de tener una experiencia de vivir tanto en y de su propia sincronía, reflejo de un proceso universal más profundamente urdido.

Un evento sincrónico es una revelación que contiene en su interior la potencia de insinuarse en nuestro ser para alterarnos desde dentro.

Cabe destacar que un evento sincrónico puede ser mutuamente compartido en forma similar singularmente única. Nadie puede ser convencido que su experiencia sincrónica deba descartarse como una mera coincidencia, ya que posee un conocimiento interno de su significado debido a la forma en que transformó la realidad, por su naturaleza que exige participación activa, ya que es algo más que pueda limitarse a ser observado y afectado pasivamente, e imbuido de otro significado.

Las sincronicidades pueden transformar a un nivel celular, ya que son cristalizaciones dentro y fuera del espacio de la conciencia misma que se forman a sí mismos en nuestra dimensión como una expresión de la conciencia del uno que ya está despierta en vigilia.

La naturaleza de la sincronicidad es en última instancia inherente reveladora, ya que ofrece una realización activa y participativa con papel de co-creación en el desenvolvimiento del universo. El registro de la revelación incrustada en el momento sincrónico tiene necesariamente una expansión de conciencia, como el lente a través del cual se ve, interpreta y da sentido a la experiencia ampliada a través de la propia sincronicidad.

Debido a tanta riqueza de sentido, un evento sincrónico afecta y profundiza el estado de conciencia y la percepción, que es otra forma de decir que las sincronicidades son expresiones de la conciencia misma. Aunque al igual que los símbolos en un sueño, las sincronicidades no existen objetiva e independientemente de la propia mente. Los momentos sincrónicos se sienten como una gracia, ya que inducen la sensación de estar en lo correcto donde se supone debe ser.

Las sincronicidades tienen un fuerte componente de sentimiento y carga emocional, que son a la vez expresión del tiempo que fluye simultáneamente al influir y alterar el campo circundante de la conciencia. Manifestación del campo en su conjunto, las sincronicidades son un fenómeno reflejo de lo no local subyacente en la conciencia más profunda despierta a sí mismo a través suyo. Un evento sincrónico compartido resulta una experiencia de estar conectado a algo vivo mucho mayor.

Las sincronicidades son como brotes agudos cristalizados del campo común de la mente a través de la tercera dimensión interpuesta del espacio-tiempo trascendental del Uno mismo, reino unitario unificador que subyace, impregna y contiene todas las dimensiones de la experiencia.

Realidad psicofísica del universo más allá del tiempo y fuera del espacio en el que la mente y la materia están inseparablemente ligadas a un campo unificado más profundo.

El Uno es un dominio más allá de la dualidad, más allá de los opuestos, más allá incluso del concepto del allá donde la materia y la mente conforman los aspectos exteriores e interiores de la misma realidad trascendental, revelada en sus diseños mediante eventos sincrónicos en el mundo exterior, el paisaje psíquico interno en fase con las pistas sincrónicas codificadas dentro de la experiencia del Uno.

Paradójicamente, las sincronicidades son la vida misma sin la mediación materializada del inconsciente, siendo al tiempo una manifestación no localizada de la propia conciencia expandida.

Las sincronicidades ocurren de pronto en la dimensión de la experiencia que personaliza la imaginación del existir y su vivencia. Al estar absortos identificamos la perspectiva hasta convertirla en el trance de un punto de vista particularizado que desarrolla vida propia aparentemente autónoma y se convierte en un circuito de retroalimentación que refuerza la experiencia del sí mismo, el verdadero Yo en cumplimiento de una profecía vital, e identificarse fuera del punto de referencia fijo del ego que limita nuestra libertad, atrapa nuestra potencia creadora y dificulta nuestra compasión.

Sin embargo, en la medida en que se reconoce la naturaleza de ensueño de nuestra realidad, salimos de un punto de vista reduccionista basado en la causalidad lineal, es decir, de la perspectiva del ego encapsulado en la piel ilusoria de una imposición gregaria que nos hace representar roles en el drama eterno, mítico y divino de la encarnación.

La sincronicidad presenta al mismo tiempo una dinámica a la vez personal y colectiva, cual momento de ser un punto específico más que una dinámica más profunda dentro de la mente que se activa a nivel no-local y se expresa sincrónicamente a través del mundo aparentemente externo , así como dentro de uno mismo.

A saber, lo sincrónicamente activado de forma individual, lo está también colectivamente. Indefinible, es como extender un instinto psicológico o campo informativo de influencia que muestra los patrones de la mente, una experiencia del mundo que nos rodea y la forma en que lo experimentamos.

La sincronicidad, espíritu revelador, es pura información no local que ejerce su influencia y vaporiza los límites ilusorios que median y conectan el interior y el exterior, lo consciente y lo inconsciente, el sueño y la vigilia.

Las sincronicidades ocurren en momentos de profunda excitación de campo circundante; momentos de crisis, transición, tensión creativa o intensidad dinámica. Se activan y precipitan por el campo como una expresión sincrónica del mismo campo que las activó. Los períodos de perturbación son a la vez manifestación y detonante de un acto correspondiente que debe hacerse sincrónicamente visible en tal forma.

Las sincronicidades son revelaciones de último momento. Al igual que un sueño, todo coincide con el paisaje onírico de vigilia. Hay una profunda e íntima correlación sincrónica entre lo que está sucediendo en lo profundo del inconsciente colectivo y lo que se precipita en la representación personal de la vivencia.

El sueño de una persona es un reflejo de su proceso interno y a su vez es un reflejo de un proceso que se está muy dentro del inconsciente colectivo que da forma al ego. El sistema axial subyacente es el esqueleto de un cristal emergente del patrón que estructura el propio inconsciente.

La experiencia de disociación del Uno polariza y faculta a su parte escindida a proyectarse fuera de sí misma y de expresarse, actuando por sí sola en el mundo exterior. Ora poseídos por nuestra parte escindida y aquello que inconscientemente representa en el mundo, ora proyectando soñar el universo aparentemente externo que actúa hacia fuera del Uno.

Esta es otra manera de decir que el universo de vigilia es una función de la conciencia, o de la falta de ella. Cuando sincrónicamente una urdimbre se manifiesta en forma de cuerpo completo en el mundo exterior, su revelación se localizada por completo en el tiempo y está necesariamente correlacionada con una manifestación sin mediación de una condición fundamental no local que exista simultáneamente tanto fuera del tiempo cuanto en el interior eterno de uno mismo.

Un sincronismo revela el mundo exterior como reflejo de una condición que se efectúa internamente. La materialización externa y sincrónica del proceso interno en sí es el vehículo a través del cual el proceso expresivo actúa en el espacio-tiempo, porque el espíritu que anima las sincronicidades es el mismo espíritu que inspira los sueños y arregla situaciones vivenciales como forma de sincronizar el uno en sí mismo, lo que le impulsa a una mayor alineación con el campo de implicación de la posibilidad abierta de encontrarse de nuevo en cada momento.

En la medida en que se percibe la naturaleza onírica de la realidad, el universo se convierte en un oráculo con despliegue continúo a medida que nos convertimos en una revelación para nosotros mismos.

En una sincronicidad se lleva a cabo la conjunción de dos principios cósmicos, la mente y la materia, en el proceso de un cambio real de atributos.

Las sincronicidades son emanaciones sagradas de la alquimia donde los opuestos espíritu y materia recíprocamente se informan como los une la conjunción eterna de vivir y encarnar la realización de la unidad del espíritu y la materia cual evento sincrónico que se nos está revelando.

La guía del espíritu está surgiendo y se expresa desde dentro de la  materia a la espera de ser reconocida. Subjetivamente, fenómenos sincrónicos evocan la sensación de que no estamos solos, de que hay un socio silencioso con quien compartimos la vida. Es como si hubiera un factor autónomo en lo profundo de nosotros para organizar nuestras experiencias con el fin de ayudarnos a despertar en la realidad, parte integrante de un evento sincrónico es su sentido de conocer totalmente al otro, ya sea dentro de uno mismo o por medio del mundo exterior.

Paradójicamente, a través de sincronicidades nos conectamos con nosotros mismos para hacer una presentación a la parte nuestra que es distinta a como nos imaginamos ser. Reconociendo la matriz sincrónica de los patrones de la experiencia, capacita para ser socios creativos, cooperativos y activos durante el proceso del despertar propio en la medida que reconocemos la naturaleza de nuestro universo onírico de vigilia que resulta del grado en que la vivencia se experimenta como sincrónica al presente.

Una vez que llegamos a estar lúcidos en nuestro sueño de vigilia y reconocemos vivir en un universo sincrónico de naturaleza propia, el universo no tiene más remedio que cambiar de forma y reflexionar hacia la realización de materializarse sincrónicamente, lo que simplemente implica el reconocimiento de la red sincrónica subyacente que siempre está tejiendo en sí a través de nuestro existir.

Las sincronicidades son la forma de propagar y ‘contagiar’ conciencia. Esto es análogo a estar dentro de un sueño y verlo como si fuera un suceso que tendría el efecto instantáneo de permitir que el sueño manifieste más profundamente su naturaleza de realidad, del mismo modo que vivimos en un universo sincrónico, y al reconocer esto permitimos que el universo se manifieste más sincrónicamente, como otra dimensión para recrear y enriquecer nuestro ser.

La conciencia sincrónica reconoce el carácter sincrónico del universo que ha de alcanzar la realidad de la vida. La conciencia sincrónica es la invocación y la revelación de la eterna presencia del único acto creativo que todos compartimos y participamos. La conciencia sincrónica activa se reproduce en y por el campo de la auto-generación natural que está naciendo en sí a través de nuestra conciencia en el mundo.

Un campo que está listo para estimular y estabilizar la lucidez que se conjuga en la fase en que reside el Uno, corazón abierto de la conciencia sincrónica que activa sin cesar no localmente de forma fractal el genio colectivo que se reitera a través del espacio-tiempo, materializándose en la vida misma, y creando en el proceso un universo de revelaciones.

jueves, 23 de abril de 2015

Mandra Mariposa

Era una escultural mulata analfabeta que en vale todo de la vida fue protegida por la fortuna. Su madre hacían años se pudría en un manicomio, mientras seis de sus once hermanos y hermanas eran delincuentes insidiosos que luchaban en la guerra civil encubierta contra el régimen del orden continuo. Aquello que toda prensa posible acaba ignorando en favor de la represión gubernamental. Epítetos con tinta roja en edición de empaque.
Ella, hasta entonces habitante de una villa miseria en la periferia, parecían también condenada. Pero su cuerpo de trigueña insólita estaba combinado con algo que no se puede describir con palabras, y un fértil temperamento que vibraba en dos ojazos fatales e irresistibles de auténtica pantera.
Esa noche tropical que encantó más allá del embrujo a un impune hampón de la lotería ilegal, lucía espléndida.
- Voy hacer de ti una reina. Se lo juró entre suspiros posesivos Crispín Marín, alias el cuervo.
Novelero, vanidoso, convencido del poder persuasivo del dinero, la paseó cual artículo de lujo y tarjeta de presentación en banquetes, tributos sociales y fiestas patrias. Eso hasta la fatídica noche en que el gobernador fue cautivado y se empecinó por semejante mulata, y entonces como cualquier otro día una guerra sin cuartel por una mujer había estallado.
Esta vez el doctor Higinio Balera no estaba dispuesto a ceder ante un vulgar bandido y declaró terminantemente prohibido el juego clandestino, a pesar de las advertencias de sus asesores en pánico que intentaron exponer con razonamientos tajantes algo que él sin remedio sabía de sobra, ya que era condenar al peligro inminente todas aquellas componendas políticas que lo eligieron y sustentaban, Además que entonces le importaban un carajo las consecuencias.
Ese hombre decrépito aunque todavía poderoso que había logrado en la política todo cuanto quiso ¿qué más podía codiciar a su edad sino una mujer semejante? Así por ella no replanteó las cosas. Ni tampoco hubo mujer en su vida de atropellos y crímenes encubiertos que jamás le hiciese sentir así de decidido a cometer un exabrupto sin cualquier sentido. Mandra de su corazón, sensual y susurrante emblema en disputa sin hesitaciones con nada.
Los varios días que Crispín Marín tardó en asimilar las sinrazones del gobernador a la larga solo acabaron de volverse en contra suya. Tal vez, si fuese del caso, huiría, pero esa misma noche fue preso acusado de actividades ilícitas contra el estado.
Mandra Mariposa, ajena al suceso, la mañana siguiente muy temprano recibía la visita del gobernador en el lujuso apartamento con vista al lago que ocupaba, y comprendió de inmediato en las miradas y maneras algo atolondradas de tan poderoso mandón impecablemente vestido que ya se habían encargado de su amante y quizás sintió algo de lástima por ambos. Impávida le sirvió café y se arrimó al balcón. Poco después el fino gamonal con aires contenidos improvisaba una patética declaración de amor que casi provocó su mofa.
- ...en cualquier sitio y en ninguna parte, un instante de amor es la eternidad en sí misma
- no me diga, habla de aquello que no puede ser dicho con palabras
- el propietario de este apartamento desde ayer está preso
- yo no sé nada ni trabajo para él
- e igual podrían acusarte por cómplice
- entonces usted tendrá un poco de sexo y... todo mi amor fingido.
Los problemas triplicaban tentáculos contra el gobernador apasionado. La lotería clandestina rendía ganancias millonarias a un violento entorno emergente de maleantes que con el juego ilegal sostenía empleos formales para cientos de familias pobres, además de ser el principal pilar financiero de la banca regional.
El perjuicio ya era considerable cuando recibió en audiencia informal a los medio hermanos Verbantino, Cosme y Fulgencio Biritute, dueños de las casas de apuestas y de cambios, y a Cándido Sacachún, el patrón que hacía el negocio con los políticos y la policía, quien muy poco diplomático optó enseguida por un tono de sarcasmo y amenaza que apenas inmutó al viejo amante.
- Usted bien sabe que esta ruina no vendrá sola... no piense más con la cremallera abierta
- también nos está cerrando las salas de masaje
- y hasta los disco bares, ni...
- largo, largo, no quiero oírles, fuera
- piensa que se cansó de robar, maldito viejo raboverde
- moralista... já.
En suma, el señor gobernador cerraba por entonces cualquier salida negociada con un soberano portazo.
Pese a la pantomima represiva los sobornos ya se habían llevado delante a todo el mundo, incluida la arriba firmante Mandra Mariposa.
Caprichos del señor gobernador aparte, un domingo cualquiera, se le ocurrió lucirla en misa cual perla cultivada. Aquel mediodía de súplicas al altísimo ella, una mulata espectacular, desató los complejos más puristas de la burguesía mestiza afincada en un pasado paralelo perdido en las fiebres del olvido.
De inmediato el escándalo tomó matices extremistas con alardes de exterminio a la larga nunca concretados. Primero hubo una purga electorera. Después la cansina repetición de discursos y promulgaciones radiales que nadie oía ni escuchaba. Y entonces, ejecutor dormitante, una tras otra, las máscaras cayeron, despojando a sus perplejas personas a fin parir un engaño mayor y aún más contumaz, esta vez transcrito como ley estatal retroactiva jamás aplicada.
Pero fue la prensa quien se cebó en serio con ellos: 'He ahí el verdadero rostro del déspota impávido de lujuria'. 'No a la sorna. Los mejores valores han sido mancillados'. Así por el estilo, resultaba que el hombre que conducía el destino del estado estaba sin saberlo demente de remate, chiflado por una negra sinvergüenza, perdido la cabeza en sombra oscura de la brujería.
No obstante, muchos se tuvieron que rendir ante la evidencia. No era negra azabache sino mulata clarete, demasiado bonita, un pasado humilde y anónimo.
Mandra Mariposa se convirtió así en icono de la moda criolla y después en modelo de la prensa rosa mas frívola. Lucia tocados ikebana, collares de borlas enormes, provocativos blusones calados, faldas escotadas, vestidos de entalle perfecto, sandalias de cuero artesanal. Ello le genero pasiones extremas, odios y amores inveterados. 'Picante, sexy, maliciosa, extravagante', eran calificativos sobre ella y su estilo que se repetían sin cesar.
Sagacidad política, suerte o eso que llaman experiencia, lo que fuere. Mandra Mariposa hizo de un cacique corrupto y decadente en los últimos pataleos de un desastroso mandato de casi veinte años, en el 'líder' carismático que abandonaba la política por la ancha puerta de la pantomima.
Poco después casi lo asesinan. Dicen los deslenguados que nadie se atrevió a hacerle viuda. Ello por si solo significaba la peor de las ruinas, y era una simple patraña para negarse a ejecutarlo, al menos de inmediato.
Entonces pronuncio ante la Asamblea un discurso de púlpito pletórico de adjetivos retóricos e impersonales como los contenidos en esta fugaz perla:
'Se es tanto más valioso cuanto lo produce un hombre tajante, si alguna vez haya la esperanza de haber proferido de los dioses solo su justicia, algo que seria digno de sobrar el olvido eterno'.
Al final, incontestable, la lotería ilegal, más popular y clandestina que nunca, se tornó poder legitimo.
Crispin Marín salió del presidio. Los cargos criminales quedaron en simples agresiones de palabra, pero tuvo abandonar el estado hasta nueva orden.
Aunque la presión de veras provino de la familia del jerarca, es decir, de la red negocios que controlaba la banca privada de la ciudad. Si bien Mandra Margarita fue de plano vetada al interior del seno familiar, la ausencia a perpetuidad del gobernador que eso conllevó se haría sentir para siempre.
Al color de las sospechas cualquier tipo de legado escoraba en la orilla. El salón estilo rococo pisano contuvo un extraño silencio recoleto. Entre lamparas cristal pulido y muebles estrafalarios en seda amarilla lo distante no le parecía ajeno. Afuera, tras la ventana, un villorrio de casuchas precarias conciliaba en ellos miradas ahora comunes.
Cuando le regaló una sobrio collar con pendientes al juego, fue recibir un a otro sitio con ese sucio truco de regalar joyas. Mandra Mariposa no las quería ni tampoco las usaba. Puso una mirada sobre el horizonte y se negó siquiera a verlo. No podía lucir cosas tan caras mientras abundaban los niños hambrientos, los hospitales abarrotados de pobreza inmisericorde, las mujeres como ella y sin suerte a la venta. En otras palabras, nada de opulencia insultante. Después que lo dejó pasmado en un enorme sillón, lloró a solas.
Asunto que calo hondo en el gobernador. Por increíble que fuera, en sus últimos meses de mandato impulsó programas sociales pioneros en el país, al menos intentando aplicar planes tardíos de alfabetización y salud publica. En unas cuantas semanas gastó en obras de infraestructura sanitaria bastante más que en muchos años pasados.
El nuevo gobernador, Asencio Piayona, no estuvo a despedirlo la nubosa mañana que dejo el poder. Mandra Mariposa, la mujer que altero mas allá del embrujo voluntades u opiniones divididas, tomó la mano de todo un especialista en peculado tropical y otras maromas de estilo, para bajar juntos los fríos escalones que lo separaban del olvido.
Don Higinio Balera murió de improviso pocos días después en la cama de algún hotel de lujo frente al mar.
Una foto de la dama del velo gris fue el único recuerdo público que sobró de ella, Mandra Mariposa, antigua mulata de ignota belleza, mujer preferida en los temas de las canciones de amor que aún se entonan en los barrios bajos del puerto viejo, lindero de un recuerdo que la hará perdurar mientras encienda en ellas las ansias del poder menguante inspirado en el desacato y la provocación.

martes, 24 de marzo de 2015

Singularidad

La Verdad Desnuda de Sí Mismo

En la Ilusión de las formas materiales - una ecuación no tiene sentido sino expresa un pensamiento de Dios.

Antes de todo, antes del tiempo, de la materia, la forma y el lugar, Dios estaba en todo y todo estaba en Dios, inefable, infinito, inmutable, imposible. Todo espíritu, todo luz, inmortal, invisible, puro, sabio, justo y bueno.

Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, con su misma capacidad de creación y conciencia que toma forma en un mundo dual. Los principios fundamentales afirman que el universo existe en la mente de Dios, siendo la realidad un gran sistema donde todo tiene conciencia y está interligado.

El Todo es mente. El universo es mentalidad múltiple, realidad substancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias de lo percibido como materia, vida y energía, quien es espíritu en sí mismo incognoscible e indefinible; una mente infinita, universal y viviente, creación mental del todo en que vivimos y tenemos el ser, y lo que explica la energía y la materia subordinadas a la mente.

´Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente´. Dhammapada.

La conciencia y la presencia siempre suceden en el ahora. Sin embargo, la paradoja es que el universo es y sin embargo no es, lo que indica la naturaleza ilusoria de las cosas finitas, ya que solo lo que está en la naturaleza infinita del Todo es real.

Todo lo que existe surge de la luz y la luz surge del todo creado basado en el orden. La ley gobierna el espacio en el que habita lo infinito. Surgidos del equilibrio los grandes ciclos se mueven en armonía hacia el resplandor del ser..

Más allá de cualquier cosa y esencia, el Todo es espíritu en cambio. Ilusión e irrealidad. No obstante, el universo, sus leyes y fenómenos son tan reales como el hecho de estar en un estado transitorio siempre cambiante y por consiguiente desprovisto de realidad substancial, aunque estamos obligados a vivir como si la ilusión aparente de lo percibido fuese real en lo que concierne a nuestras vida y obras en el plano material de los sentidos.

La vida es un proceso diseñado por Dios para ampliar la conciencia hasta su perfección. Por ello es espíritu hasta comprender que el amor no tiene polaridad, que es neutro como Dios. La fortuna conectada al todo del que somos parte: vida y muerte en aceptación de nuestra intrascendencia,

Los enormes ciclos de tiempo en que se dividen las eras según el zodiaco permiten que un ser humano reencarne sucesivamente para subir en la jerarquía del universo, a fin de vivir experiencias que le permitan adquirir sabiduría y compresión. En este universo de contrastes, solamente a través del equilibrio entre la luz y la oscuridad, al compararse los extremos de la dualidad, se puede encontrar la unidad.

El lugar en que se encarna y experimenta tiene dos extremos polarizados opuestos, entre el todo y la nada, entre lo manifiesto y lo no manifiesto. A lo largo de numerosas vidas, contrastando los extremos, se entiende que la verdad está en el centro, en la neutralidad, que Todo es Uno y Uno es Todo.

El sonido de la creación: Todo vibra, desde la materia más densa al espíritu puro. Es la frecuencia de vibración de las partículas constitutivas de la energía que determina los diversos estados de la realidad, la densidad de la materia, la mente y la alta vibración del espíritu. Cuanto mayor la frecuencia de vibración, más elevado el nivel de conciencia y de información.

Dar e irradiar es la característica vibratoria del espíritu. Vida tras vida el ser humano sube de nivel y entiende que en el universo dual de circunstancias contradictorias lo único que no tiene polaridad es el amor y conoce la razón de su existencia. Un largo proceso evolutivo que transmuta la conciencia de un ser temeroso e ignorante a uno sabio e inmortal.

No hay instantes vacíos. Lo único que realmente importarta es este momento. La mente es un sólo órgano reflejo que reacciona ante todo y llena la cabeza con miles de pensamientos aleatorios al día.

Este plan de aprendizaje concede a cada espíritu un ciclo cósmico de 13 eras zodiacales, un giro completo del sistema solar recibiendo la variada energía radiante de cada una de las constelaciones por las que transcurre la Tierra en su órbita galáctica determinada por el movimiento inverso de precesión. Durante 25.920 años reencarna 700 veces en diferentes cuerpos, lugares, circunstancias, condiciones y personalidades. El Año Cósmico permite la transformación de la materia en espíritu.

La Esfinge de Giza es la más grande obra de arte creada sobre la Tierra, una estatua que ha permanecido incólume a través de los siglos. Tallada sobre una sola pieza monolítica, es un símbolo imperecedero de localización precisa que revela los movimientos astrológicos registrados hace miles de años por antiguas civilizaciones avanzadas.

Resulta un reloj cósmico que marca los ciclos mayores del sistema solar en la galaxia. El tiempo cero es el inicio de una nueva civilización tras el último diluvio ocurrido hace aproximadamente 13.000 años, una destrucción cíclica que acontece cada Año Cósmico, Gran Año o Año Platónico.

La Esfinge, situada es un punto diamagnético muy especial de la Tierra, mira hacia el este desde la planicie de Giza al norte de Egipto, también conocida como Rostau, junto a las tres pirámides emblemáticas que se construyeron después.

Su cuerpo de león con cabeza humana descansa en una línea paralela al ecuador a 30 grados de latitud y longitud, casi exactamente sobre el meridiano que cruza los polos norte y sur. Cuando se la erigió su mirada apuntaba a las estrellas del signo zodiacal de Leo, la constelación que atravesaba el sistema solar aquel momento, confirmando su simbología y localización exacta.

Los astros marcan los ciclos en las diferentes escalas del universo. La vuelta del sistema solar alrededor de la galaxia determina la duración de las estructuras físicas que sustentan la organización humana, pues a cada 25.920 años ocurre un cataclismo que dar lugar a un nuevo desarrollo y una posibilidad diferente de organización.

El camino del perfeccionamiento de la ignorancia a la sabiduría es individual. En cada vida se aprende algo distinto, cada vez se nace de diferentes maneras por la fuerza que irradian las estrellas, cada vida es un paso necesario que acrecienta conocimientos. Así, cada ser vivo cumple un ciclo cósmico recibiendo energía de las trece constelaciones y de los ciclos que marcan los ritmos y producen estados diferentes.

Los ojos son el sentido del sol, el origen de la vida, perceptores de la fuerza que condensa el espíritu en la materia dando lugar al universo, el lugar de experimentación de la conciencia. Los ojos son la dualidad misma en un mundo de contrastes entre partes opuestas. Captan la energía luminosa de la realidad, la conciencia inmortal que todo lo sabe y todo lo ve.

Conciencia emergente, vida tras vida el ser humano experimenta el destino que le corresponde y una serie de circunstancias al relacionarse con los otros. La reencarnación lo transforma poco a poco en un ser tolerante que alcanza sentidos y poderes, quien comprende que todos tienen una misión, que todo lo que ocurre es perfecto, que los contrastes existen para la comprensión del universo, y encuentra la felicidad volviéndose un ser invulnerable.

La reencarnación transforma un ser humano primitivo y casi animal con una conciencia temporal limitada, en un super humano inmortal de conciencia permanente que puede entrar y salir voluntariamente de la materia.

El ser humano en tránsito tiene más que una vida. La muerte es apenas una puerta para cambiar las circunstancias y recibir otro destino. Cada vida es una lección diferente en el proceso de perfeccionamiento del ser para llegar tarde o temprano a través del respeto y la paz interior a la inmortalidad.

El espíritu es la fuerza que genera la vida, el momento en que la voluntad de Dios se manifiesta sobre sí misma y condensa su substancia original. Este reacciona creando una fuerza contraria y expansiva que pone al universo polarizado en movimiento. La conciencia es primaria en el universo y la materia es consecuencia de ella.

El espíritu es la substancia original que por su propia naturaleza determina sobre sí mismo una fuerza que lo comprime en el volumen de la materia, que es luz con densidad, el momento de equilibrio en una condensación de luz. Al hacerlo genera automáticamente una fuerza contraria que intenta soltarse de su forma comprimida resultando en el tiempo y el movimiento.

La vida es un proceso de perfeccionamiento y multiplicación de la conciencia sin pasiones animales ni limitaciones materiales. El universo y su esencia, el ser humano, evoluciona hasta la conciencia absoluta. Su destino divino es llegar a ser un ente espiritual supramental.

El momento en que cada ser espiritualiza la materia dejando atrás su animalidad original transformándose en un ente sin limitaciones, consciente de todas las vidas que vivió en diferentes etapas y estados adquiridos en dirección a grados cada vez mayores de conciencia hasta llegar al nacimiento de la iluminación interior, un proceso de auto-transformación que abandona el peso muerto de la subconsciencia hacia la luz de la conciencia adquirida, lejos de las limitaciones y los deseos materiales, abandonando así el ciclo cósmico de la reencarnación.

Un proceso mediante el cual el espíritu humano evoluciona después de muchas vidas a través de las emociones superiores, de la inspiración y de la intuición, y alcanza para siempre la conciencia superior en una escala superior de la realidad, la puerta dimensional que lo lleva encima de las jerarquías del universo, el paso hacia la inmortalidad y la conciencia permanente cuando comprende la razón de su existencia y las fuerzas fundamentales del universo.

Este camino evolutivo perfecto tiene 7 fases determinadas por la sabiduría acumulada, la frecuencia con que vibra y la cantidad de energía vital que puede procesar. La sabiduría alcanzada es resultados de la verdades comprobadas en cada vida, lo que permite pasar cada vez más tiempo en un estado de paz interior y con ello aumentar gradualmente la frecuencia de vibración, la cantidad de energía vital que puede procesar y distribuir en su sistema nervioso, y cada vez usar un nivel superior más alto entre los siete centros localizados en la columna vertebral para captarla, y el aurea o campo electromagnético individual crece proporcionalmente hasta alcanzar la luz que ilumina su conciencia, le hace entender la importancia de la neutralidad de propósito perfecto, y renace en espíritu de conciencia permanente e inmortal.

A una escala superior, las estructuras que organizan la vida y el desarrollo de la humanidad sufren destrucciones periódicas. Al final de cada ciclo cósmico grandes hecatombes destruyen todo lo construido en la Tierra. Eso es parte de una proceso divino para permitir nuevas expresiones que logren encontrar diferentes maneras de sentir el universo.

Es como si el cuerpo de la humanidad muriera cada 25.920 años para renacer en una forma más perfecta, así como acontece con el ser humano, pero en la escala colectiva de una mente mayor, siendo el ciclo más importante para la humanidad.

El universo es un fabricador de conciencias sometidas a una serie de procesos lineales. Así, el ser humano encarna sobre la Tierra que gira alrededor de una fuente de energía radiante. A su vez, el sistema solar gira entorno al sol central de la galaxia, una fuente mayor de energía radiante de múltiples campos cósmicos.

Palabra convertida en imagen, lo que vale para el universo vale para el ser humano, un modelo en escala universal que al entenderse a sí mismo, puede encontrar verdades superiores y deducir aspectos de la realidad a través de los opuestos. Todo existe en una gran mente. Somos pensamiento divino con capacidad para generar nuestro propio pensamiento, la conciencia que percibe el espacio-tiempo.

Existe una sola conciencia en el universo. En ese estado el ego se encuentra con el yo superior, el tiempo desaparece y una paz interior satura la permanencia en la nada. El ser humano que nace en la carne renace en espíritu, yendo de la animalidad original a la espiritualidad eterna, de la conciencia temporal a la permanente, de la mortalidad a la inmortalidad que hace el ego desaparecer para siempre y con ello el ciclo de reencarnaciones como momento final en esta escala de la realidad.

Solo se obtiene el conocimiento y la evolución de manera individual. Las fuerzas opuestas existen para modelar la conciencia y aprender con el resultado de las propias decisiones, los dos extremos del camino del perfeccionamiento. Cuando no existe la conciencia y el libre albedrío son necesarios los instintos, las conductas y las reacciones automáticas para defender y generar la vida.

A fin de avanzar en el camino espiritual es necesario construir una voluntad inquebrantable ante las fuerzas del destino al que todo ser humano está sometido, hacerlo de manera consciente, auto-controlando los temores y las pasiones; poder hacer y abstenerse es poseer un doble poder.

Mantener pensamientos de satisfacción determina que el tiempo presente es el único en que se puede decidir y actuar, confiando en la armonía del universo.

La realidad es producto del pensamiento, un fenómeno oscilatorio de agitación. El control consciente de los instintos automáticos y la permanencia en el presente son el paso a niveles de mayor paz y felicidad. Salir de la mente es entrar en la conciencia.

El camino evolutivo comienza con el control de los centros inferiores, cuando las conductas automáticas se hacen conscientes. El ser humano es un animal hasta controlar esas conductas automáticas generadas por los instintos que permiten procrear, defender y mantener la vida.

Los instintos son una limitación para la realización espiritual superior. Por ello es fundamental reconocer los deseos como una respuesta a la carencia para mantener la vida mediante sentimientos polarizados que agotan la energía vital y esclavizan al ser en las bajas frecuencias de vibración.

Entre el materialismo sensual y la consciencia espiritual, entre la luz y la oscuridad, entra la dualidad masculina y femenina de iguales entre sí, está lo neutro en medio a la polaridad de la espiritualidad humana responsable de construir el orden trascendente y la perfección eterna.

El Dios único que está en Todo tiene una parte masculina con información absoluta que emite la voluntad creadora, y una parte femenina de substancia homogénea que genera amor, éxtasis, intuición y las emociones superiores que dan lugar al arte, lo que determina el equilibrio existente en la energía manifiesta en movimiento, el fuego multiplicador de todo lo creado, extensión de la causa primera en un universo divino.

La acción de este fuego radiante sobre sí mismo en la substancia original se materializa accionado la densidad que genera los mundos diferenciados en el espacio de fuerzas evolutivas fundamentales y opuestas que luego volverán a tornarse espíritu.

Diversas combinaciones matemáticas producen distintas estructuras vibratorias que transforman la materia percibida con capacidad de multiplicarse bajo los principios masculino y femenino del Dios único que crea el ser humano a su imagen y semejanza, con una mente consciente y libre albedrío capaz de modelar, construir y buscar la sabiduría en un proceso evolutivo fundamentado en la dualidad que lleva muchas vidas.

La Teoría Unificada de la Realidad determina que el Todo vital es energía y conciencia.

La energía de alta vibración de la conciencia pensante se llama energía taquiónica. El Todo gesta la vibración, el ritmo que contiene todo lo existente.

La alteración de los ritmos es producida por el cambio de equilibrio entre las fuerzas polarizadas fundamentales. Al aumentar su vibración los elementos se transmutan hacia la conciencia. 

La conciencia experimenta cada sensación dos veces; la primera con los sentidos exteriores, y la segunda con los sentidos internos. Así el ser experimenta situaciones que corresponden con su nivel de comprensión del universo.

Aquello en lo que cree y su libre albedrío le hacen responder a cada situación permitiendo aprender, resultado de la comparación, transforma y amplía la conciencia, haciéndole reencarnar en un nivel espiritual superior. La muerte del cuerpo es sólo el paso que libera el espíritu para conducirlo a una nueva experiencia.

La unidad estructura el universo. La materia de todo está formada de una substancia única de espíritu condensado. Los elementos se diferencian por la relación de energía que posean en su interior. La energía negativa o generadora condensa el espíritu en materia. La energía positiva o generada lo hace vibrar de vuelta al espíritu.

El universo se mueve porque la energía fluye del polo generador al polo generado, por la relación de fuerza contenida en su composición. Ahí donde los polos se ponen en contacto se manifiesta la fuerza.

Una fuerza de polaridad negativa comprime la substancia etérica sin forma hasta densificarla en un volumen esférico que se condensa en materia rotatoria vibrante que genera campos eléctricos, electromagnéticos y gravedad.

El Sol es el símbolo físico de Dios, la fuerza negativa generadora de vida, la libre energía y la substancia única espiritual. El Sol es el corazón del sistema del que emanan la fuerza y la energía vibratorias que propician la vida. El Sol es el centro del que irradia la energía vibrante que es captada por la red energética que al hacerlo produce una carga complementaria de polaridad contraria que al interactuar se transforma en la masa del planeta donde se asienta la diversidad de la vida.

La energía generada se organiza en una red patrón de desarrollo divino conteniendo todo lo viviente, el código genético que transmuta el ser consciente del universo, la mayor de todas las energías.

La energía dual y polar tiene muchas formas de manifestación: magnética, eléctrica, gravitatoria, el espectro de luz visible, la vibración y la densidad. Todas complementarias, conforman la Unidad del Todo en que se relacionan las fuerzas fundamentales manifestadas que transforman la energía en masa convirtiéndola en volumen con peso.

La relación armónica de dichas fuerzas fundamentales modifica y caracteriza la substancia única original en distintos elementos. A mayor fuerza negativa más densa se hace la materia, más átomos forman parte de su composición. Las dos fuerzas polarizadas se organizan en puntos de equilibrio armónicos que dan lugar al color, densidad y comportamiento químico específico. Las distintas formas de vibración producen diferentes densidades y distintas formas de materia.

La energía en todas las partículas evoluciona haciéndose cada vez más consciente, desde la densidad mineral hasta llegar a la mente para transmutarse en energía consciente auto-transformadora. Esto permite la evolución espiritual hacia la perfección del amor.

domingo, 15 de marzo de 2015

Un espía cena con nosotras.

El espía escala un extramuro hasta alcanzar una galería atiborrada con gran cantidad de enseres y objetos tales como ceros ruecos, fotos de baile, aperitivos resecos, galletas cluecas, casuísmos, bandejas minuciosas, masas de retirantes, transubstanciaciones, moños irrepetibles, impositores, aromas varios, ultrajes sin sastre, remiendos, conmutantes, devasas en crecimiento exponencial, y otros etcéteras incalificables.
Por ello Dios no juega a los dados pero tampoco al ajedrez, batalla abstracta y peligrosa que no termina jamás. Presagio al que eufemisticamente se llama realidad.
Entonces, esbelto, decide no respirar pero flaquea, su incierta sabiduría ignora que todo hábito se transforma en ley gutural o prosodia.
Por la ventana de un treintavo piso una megalópolis hierve en pleno verano. Esto mismo analizado a través de un amplificador ultramicroscópicamente sonoro son: estipéndios del requinte en un continuo tráfico de fluencias cuya sustanciación prueba que cualquier moral, sea cual fuere su origen, es perversa e impone el miedo como pseudo-equivalencia regresiva.
Llaves que nada abren, aplomos retóricos, contradicciones e insignificancias. Asunto non-periódico para ayer: la cultura como contraceptivo estético del poder también se irradia por contaminación, doble o simuladora de si propia muta remitida a los goces de la vanidad. La justicia, esa prostituta garrotera cuyo eufemismo académico atina el escándalo, desdice los hechos hasta hacerlos súmula para criar cucarachas.
Ya sobre la pista el agente infla los sensores digitales y emula el vino que bebió la noche pasada.
Próximo contacto inmediato, cuarto furgón de la última estación en vía Aledaña. Clave batón mineral.
Baratina. Lujotón. Maracujeos. Vio venir a la rubita ventrílocua, se enchufaron en un beso ortodoxo de sabor agreste.
- tragatelo, le silbó bajo con voz inocentona durante el frenazo que los sacudió juntos. Candela intuye que para ambos ahora este caso si será una cuestión en el umbral del dinero.
Recodan algunas ideas molestas. Tendrá que urgar minucias entre los restos de la profusa cena de ayer. Arroz salvaje, galeto asado y frambuesas en almíbar.
Secuente o simultáneo, como praxis al inmediatismo, el efecto deplora la intención fundamental.
Un taxi de vidrios minúsculos, dos autobuses semivacíos, lonjas rampantes, hotel Ebur, otra cama inédita. Su sueño imperturbable bastante jintajanfórico trae a tona algo sobre aquellos colegas diezmados durante su expediente como agente para el contragusto del sistema de protección integrado al ministerio de gobierno.
Cuando las barriadas confabulan, entre la playa y el mar, cabe una franja insensible donde se reproducen los amuletos que les cuelgan de las muñecas, caracoles de concha cartilaginosa, casi sobre el resuello citadino, bafos plácidamente inmundos que un túnel sobrecirculado expele hacia fuera, ante zonas verdes de referencia, y signamientos que ya no tienden a conservar el equilibrio por adaptación factorial.
Otro vistazo al sensacionalismo cotidiano para desentenderse cada vez más con la transición establecida. Gratis; los diputados reajustan el salario a la inflación para una devaluación del doce por ciento. Salud; el odio público como caja de resonancia. Gastronomía sin hambruna, pavo melancólico a la guillotina. El tío Samto emite su veto; son tan poderosos que pueden afrontar cualquier consecuencia. Espectáculo astral; fotos de una llamarada solar. En cartaz, Chantza Larenga en portada y revista. Extravagancia textual; en cuanto al rival, aparentemente, no hay problemas. El periodismo deportivo se organiza al unísono del poder y cuaja con la lengua un equipo invencible, porque si juegan apenas menos que lo comentado, nadie les aguanta el tranco, solo restaría calcularse el costo del árbitro y campeones.
Eruptos del desayuno y un largo baño de inmersión en burbujas de sábila, pero el esfinter aún no respondía, aborrece la idea del purgante, prefiere una infusión inductora que casi al rato le deja sobre la siguiente pista: gardenia engañifasta-121 sobriedad elegible cupo-065 tanteo mingucia.
Recurre pues a la edición actualizada del catálogo para desciframiento numerológico en clave mixta. Yoga en palanqueta basal, india catatumba bar, tren hacia Samarcanda, andén F, veintemil horas.
Rompecabezas abierto entre el sortilegio vernáculo y la superchería popular. Sufrió un sudor vertiginoso. Significaba vulnerar las defensas de un organización para-estatal temible, el agente Serafín Lavura tembló de miedo.
Transferencia en efectivo a su ruleta bancaria confidencial. Cartas para los suyos remitidas a sí mismo. El cursor de la locadora se traba y sus desestimaciones teóricas lo desmienten en el acto. Luego que varias ondas de interjección vertebral ponen a prueba su capacitancia psíquica ampliada recibe el traspaso con palabras gruesas del emisor irritante.
Entonces en una terraza pudo beber cerveza durante el fin de siglo con la soledad repleta de masas video-vigiladas. Ahí consigo en una larga e intensa deducción comprueba lo sensibloide que está desde anteayer. Son los dueños del negocio y si manipulan la verdad es porque no saben mentir. Vuelta la pagina se siente un neurótico asintomático a presión del progreso profesional. Después tal vez necesitará un tratamiento basado en blandir sonajas adversivas y agujas tantálicas en un balance terapéutico de normas opuestas. Eso mientras no cuenten otras previsiones o los caducos del patíbulo solo tramiten combas herméticas.
Observa a solas en el intento de hacer algún espacio vacío con el tiempo restante. También le estremecerán las figuras de un puerto tras densas brumas grises. Desease suerte, intuye junto la presencia exquisita e intrigante de Yosidara, los aromas en cubierta esparcen ese su olor ya familiar. Representa una señorona emperifollada que tiene como sombras ululantes a dos tímidas morenitas quienes le siguen voluminosamente cargadas de equipaje, y al verlo se dirige hacia él.
- pero que fastidio de hombres eres, ¿dónde andabas?
El ataque de risa le duró más de lo deseable aunque el dedote del pie izquierdo todavía conservaba la marca de aquel taconazo seco de alias Rufina.
- por lo menos traerás tu pasaporte... Aldo.
Fue el único bautizo que recordaría para siempre. Le llovió agua bendita mientras arrastraba el equipaje por cubierta, y luego ya en el camarote ella sentenció sin miramientos:
- esta noche duermes en el suelo
- tu marido eh, pues ahora tendrás que soportarme aquí... estrecha.
Mas unas horas después ella confesaba casi suplicante:
- anda ven conmigo, este clima me apavora, todo se mueve y hace demasiado viento.
Y luego él susurrándole despacio en ritmo de tempero contesta:
- el miedo no flota, además ninguno de los siete mares se atrevería contra ti.
- abrázame tonto.
Tan suave de piel como impredecible de carácter. Ella soñó con calles de pan y gigantes de queso, ¿acaso hay gatos a bordo? En tanto él despierto imaginaba su aroma predilecto en plena brisa.
Al amanecer comenzaron sin tregua los cuestionamientos mutuos. Que si ambos habían recibido idéntico pedazo de billete lacrado, qué o quién complementaba la secuencia siguiente, así hasta que él miró a través de la escotilla y dijo:
- considerando nuestra situación acabamos de entrar en una borrasca favorable.
¡Semejante aparato bambolearse tanto por favor!
- Teoría para la entropía tangencial de efecto inmediato. Fase en ambivalencia a dúo. Unidad sin contexto circundante.
- ahora no, te lo suplico... ¿harías algo por tu mujercita?
- para tí hasta mi último suspiro en camino, dime
- no dejes que traigan alimentos, solo de pensarlo me viene una náusea espantosa
- tonterías, hasta los camareros se contagian de traqueteo
- ...ay, esto empeora
- menos mal, dale unas horas y verás.
Sentado en un comedor vacío evoca banalidades sabor salmón ahumado. Una cena solitaria que prácticamente la traga en compañía de dos gaviotas que parecen distantes faunos acurrucados. Las hierbas del té flotan a la deriva en un vaso de agua turbulenta.
Lee en una revista imprecisa un titular que dice algo sobre la prensa triunfalista al servicio de cierta ideología anquilosada. Género ficción testimonial. El anochecer pinta en el horizonte un gris alegórico que desorbita las cosas hacia su masa más amorfa e involuta.
*Por altoparlante: se ruega a todos los pasajeros no abandonar el camarote.
- buen provecho
- gracias.
Las joyas ruedan en la mesita de bordes cromados.
- ¿en qué piensas?
- en la inmortalidad del cangrejo, en estas circunstancias todo cliché.
Al amanecer un paseo húmedo con el gaznate seco por las cubiertas desiertas. Percibió su existencia concentrada sobre aquel sombrío horizonte marino.
Informe metereológico de la aviación naval; el KumbaMarujo navega en condiciones críticas de travesía; alerta amarilla.
Bitácoca quasi en quiasma aislacionista. Diversidad en bancarrota. Un mundo de clientes preferenciales y personalismos donde los intelectuales son materia económicamente inerte. Éxito letal por inadaptación; el futuro del bosque virgen es prosperidad que pende de la motosierra.
Amarraban los bagages, lo que no se movió crujía. Al fin logra abrir el baúl: material fotográfico, disfraces varios, un radio de onda corta cifrada y hasta un rastreador infrarrojo. Suda, librarse de eso ya era de por sí un tremendo embrollo. Para ellas otra dosis de anticinético en cuentagotas mientras a bordo, desde el último aviso de precaución, todas las luces parpadeaban.
Cuando despertó la calma conmovía. Fue el destrampe del cachalote contra las fauces de algún calamar gigante. Depredadores depredados o ni que la paciencia sea cualquier transcurso que se colme si no con mucho de lo mismo. El ahora se sintetizaba en el agua completamente tibia de la bañera. Después se hicieron el amor como si estuviesen solos.
Tras el soponcio le vino una risa voraz de una pereza incontenible. Millones de noches elaborando a cada segundo billones de bostezos, pero ellos allí, prácticos, indiferentes, exhaustos con sus pálidos mantos corticales en absoluto reposo. Era la víspera del trabajo más sencillo que jamás imaginaran.
- ¿te gusta?
- me encanta
- mimoso
- hueles a marea
- será el masaje.
Afiches de ultranza biotecnológica. Vigésimo-sexta conferencia internacional para la imposición de desechos tóxicos  hacia países en subdesarrollo del tercer mundo de segunda. El tema central es la fiebre del marasmo ictérico no se cura siquiera con nutrientes de fácil asimilación inclusive en el peor hambre, sin embargo, los expertos temen que la fiebre malsana degenere en gripe del gallinazo.
- caray, pero obvio, falta un cero a la derecha... y listo.
Aunque era un enigma resuelto sin indagación segura, todavía lo nocivo de la marejada de aproximación lanzaba hacia el trayecto del navío un oleaje superficial.
- si volvemos a salvo el jerarca podrá comprarse los homenajes que quiera
- estoy preocupada, hace tres días no leo mi horóscopo.
Hubo suerte rápida durante el desembarco. Un carroza fúnebre se accidentó provocando tal embotellamiento de tránsito en los alrededores del puerto que algunos años más tarde, aún con la duda encima, el agente le preguntaba al entonces secretario consular por aquellos lares, si tal vez había sido él quien organizara tan oportuna recepción.
- eso nunca fue mi estilo de entender la diplomacia
- no se trataba de diplomacia.
Y ambos se dieron la espalda visiblemente molestos.
Es preferible titubear que ser rastreado. Una situación sobrecalentada donde primaron el humor y la sangre frío de ellas. Burócrata sólo trabaja cuando hace huelga, era la consigna. La parte crucial eran las hebras del engendro administrativo. Además, todo bruto tiene para sí un santo en metálico a idolatrar de inmediato. Dilema entre tres mujeres temerariamente dispuestas a afrontar cualquier riesgo. Pasaron desapercibidas porque no se explica lo que luego ocurrió sin consecuencia alguna.
El flirteó con dos pasajeras ancianas mientras Rufina y las dos morenitas tomaron sitio bajo la cubierta donde se presumían estaba el canuto conteniendo un diseño completo de la planta principal y otras estructuras claves en detalle. Entonces, al salir de la escalinata fue cuando una de ellas pisó adrede un pedazo de madera desprendido que ocultaba el ingenio, en realidad un testamento interdicto de Filoteo Vaquini, contraespía muerto en el incumplimiento de deber.
- pronto, tenemos el cerrojo
- ya, date vuelta, vete.
Jugarreta casual e inverosímil. Espiral al cubo en un vaso de agua, La naturaleza crea abismos, y el hombre le inventa puentes por doquier. Fue la inmensidad misma pero la cercaron. Dueño absoluto epíteto propiedad privada persecutoria.
- es privilegio femenina dar las malas noticias
- altanero, en este caso si que te equivocas
- apenas podremos omitir lo que ha pasado
- nadie nos podrá acusar de rumbo lesivo
- aunque siga dudando de las autenticidad de estos documentos, fue un golpe de reglamentario
- descuida, todos tendremos nuestra parte en la demolición
- desde el comienzo hubo algo no encajaba
- ¿cómo qué?
- creo que nos usaron de señuelo
- solo los sobrevivientes lo sabrán
- ni te apures, por si acaso, ellas si que vivirán para callarlo.
Los figurantes camuflan el paso hacia la misma intriga, estando un modo atrás de cualquier probabilidad manifiesta, pero sus deseos penden del báratro.
Las morenitas se marcharon, por seguridad nunca tuvieron nombre. Unas cuantas miradas tristes y luego mojadas, fueron ellas quienes llevaron seguro el encargo entre sus bultos.
Después pasearon por el zoológico muy juntos de manos dadas admirando a las pobres bestias en cautiverio. Disfrutaron un helado de pistacho y algas frescas bajo la sombra añeja del abedul flotante. Fue una tarde sin desconfianzas, esa velada perfecta que recorre las inmensas rutas del ensueño. También hubo cava, pulpo encurtido, fritangas y mieles de duraznos en piel.
Aquel baile de la embajada fue el anhelado final tranquilo de una partitura a dos manos siempre inconclusa. Luz de velas en suntuosos candelabros de pared y al centro del inmenso salón una fuente inaudita iluminada desde dentro. Ella en un vestido largo de raso negro, los cabellos revueltos chispándole una magia casi primitiva, destellante. Él, como los pinguinos, muy serio. Ambos se comprometieron entonces; ella con un plenipotenciario, él de una abstracción eslava, mientras una orquestas de cámara sonsonaba primores gitanos coreografiados para la prensa y el público.